Cuando un músculo es alargado, el mecanismo de reflejo de alargamiento es iniciado estirándose las fibras musculares extrafusales y los husos musculares donde los potenciales de acción son estimulados induciendo a un impulso transmitido por el axón, llevando a un contracción reflejada que puede ser dividida en dos componentes: fásico y tónico; cada receptor esta compuesto por unas cuantas fibras musculares rodeadas de tejido conectivo, las mismas son llamadas “intrafusales” para diferenciarlas de todas las otras fibras que componen el músculo y que son denominadas “extrafusales”.
Por dentro de los husos hay dos tipos fibras intrafusales, las del saco nuclear donde hay terminaciones primarias de donde se originan las fibras aferentes de conducción rápida tipo Ia y las de cadena nuclear donde hay terminaciones secundarias de de donde se originan las fibras tipo II.
- Las terminaciones primarias y las fibras tipo Ia participan directamente en el reflejo a través de su conexión con las motoneuronas alfa.
- Las terminaciones secundarias se comunican con las motoneuronas gamma cuya función es mantener la tensión del huso.
Los tipos de componentes:
La respuesta fásica se produce en una gran ocurrencia de potenciales de acción resultando en una elevación rápida de la tensión muscular, proporcional a la velocidad de alargamiento, como por ejemplo la contracción de la rodilla o reflejo patelar.
La respuesta tónica se da en una fase posterior de estimulación lenta persistente por toda la duración del alargamiento, siendo proporcional a la cantidad de alargamiento, como por ejemplo en la reacción postural al alargamiento en la contracción del músculo gastrocnemio (pantorrilla) para corregir un movimiento excesivo hacia el frente del centro de gravedad de un individuo mientras se levanta.