El zinc es un mineral imprescindible para mantener los niveles adecuados de testosterona y facilitar el desarrollo muscular.
Funciones del zinc en nuestro organismo
El zinc es uno de los minerales de mayor importancia para nuestra salud y bienestar ya que interviene en numerosas reacciones enzimáticas implicadas en la digestión y respiración. Se trata de un mineral necesario para la síntesis y el metabolismo de las proteínas, así como para el transporte de dióxido de carbono y la estabilización del pH sanguíneo.
Es necesario también para una adecuada formación ósea y para la activación y proliferación de los glóbulos blancos, así como para mantener estables los niveles de insulina. Como veremos más adelante es imprescindible para un adecuado funcionamiento de los órganos reproductores.
Resulta de gran importancia ingerir las suficientes cantidades de zinc ya que su deficiencia puede conllevar problemas como la infertilidad, dermatitis, debilidad en el sistema inmunitario, alopecia o anorexia.
Zinc para un organismo masculino equilibrado
El zinc cobra una especial importancia cuando hablamos del organismo del hombre, ya que es un mineral que interviene en la producción de espermatozoides así como en la calidad y motilidad de éstos.
La deficiencia de zinc no sólo puede afectar a la fertilidad masculina sino al comportamiento sexual del hombre, ya que no ingerir el suficiente zinc a través de la alimentación se relaciona directamente con un importante descenso en el deseo sexual.
Además, es totalmente necesario para una producción adecuada de testosterona. La testosterona es la hormona masculina por excelencia y su actividad es anabólica, es decir, favorece el crecimiento muscular a la par que impide la acumulación de tejido adiposo o graso.
Mantener unos niveles adecuados de zinc también previene la excesiva función de una enzima llamada aromatasa, lo que resulta de gran importancia ya que la aromatasa actúa transformando parte de la testosterona en estrógenos, por lo que se pierde el efecto anabólico muscular y se origina un mayor riesgo de acumular grasa.
Sin un adecuado aporte de este mineral todos los esfuerzos que se realizan para mejorar la condición física pueden llegar a ser insuficientes, cuando la alimentación y la rutina de entrenamiento son adecuadas y aún así no se logra alcanzar el objetivo propuesto, hay que contemplar una posible deficiencia de zinc.
¿Cómo mantener unos niveles adecuados de zinc?
Como siempre sucede la alimentación va a ser un factor clave, ésta debe ser equilibrada y contemplar todos aquellos alimentos que son ricos en zinc:
- Marisco, especialmente las ostras
- Carnes
- Hígado
- Pescado
- Leche y productos lácteos
- Germen de trigo
- Semillas de calabaza
- Cacahuetes
- Chocolate y cacao en polvo
- Semillas de sandía secas
Si a través de la alimentación ingerimos el suficiente zinc podremos prevenir de forma eficaz y natural la deficiencia de este importante mineral, no obstante, si ya partimos de la base de una deficiencia de zinc la opción más adecuada es tomar un complemento nutricional, ya que de este modo los niveles de zinc se reponen satisfactoriamente.
Debes tener en cuenta que al igual que sucede con todos los complementos nutricionales, es necesario establecer periodos de descanso, pero ahora que conoces la relación del zinc y el aumento de la testosterona, no dudes en cuidarte adecuadamente.