El entrenamiento nutricional ha tenido una tendencia al alza en los últimos meses, con miles de atletas recreativos inscribiéndose para recibir asesoría, lo cual es fenomenal. Pero a medida que más y más atletas se inscriben para recibir consejos de los expertos, hay algunas cosas que hemos notado desde el otro lado y que deben tenerse en cuenta y que un asesor nutricional no podrá hacer por ti.
El propósito de tu dieta
No importa qué tan refinado o individualizado sea su plan nutricional, la dieta puede ser extremadamente difícil porque los antojos están a la vuelta de la esquina; si te restringes, incluso la comida que comes para seguir bajando de peso será muy reducida y tendrás apetito continuamente, por ejemplo. Estas situaciones pondrán a prueba tu resistencia mental y física, por tanto debes tener un propósito convincente para seguir una dieta.
Piensa detenidamente en tu propósito antes de lanzarte a la revisión de tu dieta; en este caso, tu asesor nutricional puede ayudarte a identificar tus metas, negociar plazos para cumplirlas y ser consciente de los hitos clave, pero no puede darle el propósito que es la base de todo. Eso es profundamente personal y único para ti y en última instancia, depende de anclarlo, escribirlo y asegurarte de que sea lo que sea, tu propósito sea lo suficientemente fuerte como para llevarlo contigo siempre.
La búsqueda de una solución nutricional final
La nutrición óptima es una aguja en movimiento; si estás buscando una forma de comer que significa que nunca tendrás que pensar en tu dieta nuevamente, ningún asesor nutricional puede brindarte eso. No existe un plan de comidas que te mantendrá delgado, sexy y cerca del gimnasio de por vida; en cualquier caso, un plan de comidas fijo no será útil cuando estás varado en un aeropuerto, hotel o en la casa de tus suegros.
Lo que tu asesor nutricional puede ofrecerte es una guía en el proceso de prueba y error para descubrir qué funciona para tu fisiología y estilo de vida. No puede darte respuestas inmediatas y definitivas; ahora bien, tomarte el tiempo para aprender sobre la comida desarrollará tu habilidad y delicadeza para manejar la interrupción, y saber porqué estás comiendo lo que estás comiendo, lo que te permitirá que la comida funcione para tus objetivos en casi cualquier situación.
Es por eso que los mejores asesores nutricionales abogan por estrategias basadas en el hábito saludable, divisiones de macronutrientes y listas de alimentos preferidos, con algunas estrategias temporales de nutrientes incluidas si eres un atleta. Es un método de empoderamiento que te enseña a pensar sobre tus pies y para ti mismo, sabiendo que no obtendrás una respuesta general después de tu primera consulta, por lo tanto, debes prepararte para probar, fallar, ajustar y aprender con tu asesor nutricional.
Cura tus problemas psicológicos con la comida
La mayoría de las personas que hacen dieta tienen algún tipo de bloqueo mental o problema con lo que llevan a la boca. Ya sea que estés comiendo demasiado, muy poco o bebiendo alcohol, sea esporádicamente o todo el tiempo, todos tienen un vínculo débil en un grado u otro. Y generalmente hay una razón bastante oscura para explicarlo que van desde los traumas infantiles, un corazón roto o un duelo, una desatroza imagen corporal o una aversión poderosa al aburrimiento.
Sea lo que sea, tu asesor nutricional puede ayudarte a tomar conciencia de un problema psicológico, pero no puede agitar una varita mágica y curarla. Tu eres el que necesita ser proactivo y buscar las soluciones a tus obstáculos psicológicos; si identificas que tu autoestima es baja, por ejemplo, busca la razón, lo que va de la mano de un consejero.
Cualquiera que sea tu estrategia, debes ir a tu psicología más profunda, tomando medidas para resolver tus cortocircuitos emocionales en la primera oportunidad. En última instancia, tu eres quien necesita hacerte las preguntas difíciles y no profundizar en una dieta difícil solo para darte cuenta de que aún no está preparado para abordar tus problemas.
Ten en cuenta, que un asesor nutricional es tu aliado y nunca hará un milagro por ti; si bien todo será difícil al inicio, pero en última instancia, las cosas se pondrán gratificantes.