Cuando el Multi Mr Olympia, Ronnie Coleman, toma su siesta del mediodía, puede estar seguro de que no es un hermoso sueño
A diferencia del Big Ronnie, la mayoría de nosotros no tenemos el lujo de echarnos una siesta en el día y, de hecho, la mayoría de nosotros no podemos dormir y eso NO es bueno; la falta de sueño es costosa, poco saludable e incluso peligrosa.
El sueño debe ser tomado muy serio
De acuerdo con los expertos, dormir seis horas o menos por noche se asocia con un aumento de la somnolencia diurna, una disminución del rendimiento y un cambio en la circunscripción sanguínea que puede aumentar la inflamación generalizada. Esta inflamación puede provocar enfermedades cardíacas y endurecimiento de las arterias o aterosclerosis; aunque la mayoría de los estudios se han centrado en la privación severa del sueño, los investigadores de la Facultad de Medicina de Penn State en Hershey, Pensilvania, hallaron que solo dos horas de privación del mismo por una semana se asocia con una disminución del rendimiento y la activación del proceso inflamatorio.
FACTORES QUE IMPIDEN LA CALIDAD DEL SUEÑO
Por otro lado, científicos de la Universidad de Chicago están investigando un vínculo hormonal del sueño, tanto en el rendimiento romántico, en el gimnasio o en el aumento de peso y en parte tiene que ver con la hormona de crecimiento que se produce durante el sueño profundo; entonces, con menos sueño profundo se produce menos hormona de crecimiento. Esa deficiencia está asociada con un aumento del tejido graso, la obesidad abdominal, la reducción de la masa magra y la fuerza, y la capacidad reducida para entrenar o tener relaciones íntimas.
EL SUEÑO REM Y EL ANABOLISMO
El sueño profundo tiene varias ventajas además de aumentar la producción de la hormona del crecimiento, porque la presión arterial y la frecuencia cardíaca es más baja, lo que en cierto sentido permitiendo un alivio temporal sobre el sistema cardiovascular; el sueño profundo en hombres menores de 25 años constituye aproximadamente el 20% de un sueño nocturno, mientras que entre los 25 y los 35 años, el tiempo dedicado al sueño profundo se reduce a aproximadamente el 12% y para los adultos, esto solo se reduce al 5% o menos; incluso al llegar casi a los 50 años el hombre por lo general pierde esa capacidad de tener un sueño profundo, disminuyendo incluso el tiempo total de sueño en unos 27 minutos por década.
Hemos establecido que necesitamos dormir más de lo que la mayoría de nosotros lo hacemos en la actualidad y que nuestra calidad de sueño inevitablemente disminuye con la edad. Entonces, ¿dónde vamos desde aquí?…
El sueño y la nutrición
El período desde que duermes hasta que te levantas por la mañana suele ser el más largo que pasa tu cuerpo sin comer; si bien es cierto que sus necesidades de energía se reducen durante el sueño, tu cuerpo todavía necesita nutrientes para mantenerse y reconstruirse. En ausencia de estos nutrientes, comienza a descomponer los carbohidratos almacenados (glucógeno) y posiblemente incluso el tejido muscular magro.
EL ANABOLISMO DEL SUEÑO
Esto es particularmente cierto para individuos atléticos con mayores requerimientos de energía, niveles más altos de masa corporal magra y niveles más bajos de grasa corporal; en conjunto, este efecto se conoce como catabolismo post-absortivo nocturno (NPAC).
¿Qué se puede hacer para prevenir o minimizar esto y convertir esta ruptura en crecimiento y reparación?… la mayoría de los científicos en nutrición sugieren que los culturistas usen una mezcla mixta de proteínas durante la noche.
De hecho, algunas marcas de suplementación disponen de un sistema de proteína para cada noche antes de acostarse que sirve para abordar tanto las primeras tres a cuatro horas de sueño en las que el cuerpo aún puede absorber los nutrientes de absorción rápida como la segunda mitad del sueño cuando el NPAC generalmente se activa.