Cuando hablamos de timing nutricional generalmente suele haber 2 opiniones más o menos definidas:
– La primera es que el timing es muy importante, y que se debe repartir la cantidad de calorías que consumimos en diferentes comidas a lo largo del día para maximizar los resultados.
– La segunda opinión, es que el timing nutricional tiene menos relevancia que la ingesta calórica total a lo largo del día (algo que es cierto) y, por lo tanto, da absolutamente igual cunado consumas las calorías, siempre y que lo hagas (algo que no es del todo cierto).
Es decir, en un primer momento la recomendación tradicional era la de repartir la ingesta de calorías a lo largo del día, mientras que a día de hoy se ha adoptado una postura completamente opuesta, “da igual cómo distribuyas tus comidas, lo más importante es la ingesta total”, como siempre, en el punto medio se encuentra la virtud, y aunque es cierto que el total calórico a lo largo del día tiene más importancia, el timing también, pero no implica necesariamente que haya que hacer muchas comidas con más o menos la misma cantidad de calorías.
¿Cuándo consumir gran parte de las calorías?
En este estudio se quiso comprobar cuándo era el mejor momento para consumir gran parte de las calorías, hay que mencionar a su favor que está muy bien diseñado, por lo que las conclusiones son más sólidas y más aplicables a la vida real.
En el estudio llevaron a 10 mujeres a una sala metabólica donde se sometieron a diferentes protocolos durante 6 semanas (en una sala metabólica se controlan todos los factores de estilo de vida de los participantes como su ingesta de alimentos, su actividad física diaria, etc…).
Em ambos protocolos las mujeres realizaron el mismo entrenamiento, que consistía en un entrenamiento de fuerza, algo de ejercicio cardiovascular y caminar, la principal diferencia era cuando consumían gran parte de las calorías las participantes (el 70% por la mañana o el 70% por la noche).
El resultado fue bastante curioso, consumir el 70% de las calorías por la mañana implicaba una mayor pérdida de peso, pero a un coste bastante alto: perdían más masa muscular.
De hecho, los cambios en la composición corporal fueron mejores al consumir la mayoría de las calorías a la noche, se tradujo en una mayor pérdida de grasa y en una menor pérdida de masa muscular en comparación a consumir la mayoría de las calorías por la mañana.
Los mecanismos exactos para explicar estos resultados son bastante difíciles de describir, pero probablemente tenga que ver sobre los efectos a nivel del ritmo circadiano, un mejor entorno hormonal o un mejor timing nutricional en relación al entrenamiento.
Pero, ¿Significa esto que tenemos que consumir gran parte de las calorías a la noche?
No, definitivamente no tenemos por qué hacerlo, aunque sí puede ser una buena estrategia, esto también dependerá del momento en el que hayamos entrenado, y del objetivo que tengamos.
Hay que tener en cuenta que consumieron el 70% de las calorías en la noche o en la mañana, algo que probablemente sea imposible para muchos de nosotros, ya que consumir el 70% de las calorías en una sola comida puede ser relativamente fácil si la ingesta de calorías es baja, pero si superas las 2.000 – 2.500 calorías, probablemente sea absurdo e imposible consumir tal cantidad de calorías en una sola comida, y en caso de que puedas, tu estómago no lo agradecería.
Referencias: