Una revisión sobre la alimentación y las fuentes de proteína derivadas de los suplementos sobre la regulación de la masa muscular también ha resaltado el papel que los lípidos, las vitaminas, los minerales y otros compuestos bioactivos y sus efectos sobre la respuesta muscular. En un artículo publicado en el Journal of Physiology, un grupo de investigadores canadienses identifican los nutrientes no proteínicos, como los ácidos grasos omega-3, como capaces de modular la respuesta de la síntesis de proteínas musculares.
Los ácidos grasos omega-3 representan un área prometedora de investigación para el desarrollo de estrategias nutricionales para contrarrestar la resistencia anabólica en adultos mayores, según la revisión; El próximo paso lógico sería investigar si la ingesta de ácidos grasos como los omega-3 puede contrarrestar la atrofia del músculo esquelético durante los períodos de reposo en cama/desuso muscular en personas mayores, enfermas o en recuperación de algún evento específico.
Tal investigación tendría un impacto clínico importante, particularmente entre los adultos mayores y los períodos asociados de desuso muscular durante una estancia hospitalaria prolongada. La revisión también tiene mucha importancia en el enfoque de obtener una variedad de nutrientes no proteínicos en los alimentos en lugar de centrarse únicamente en las proteínas / aminoácidos, lo que puede afectar los requerimientos diarios de proteínas, particularmente en individuos mayores.
Un énfasis sobre los nutrientes no proteínicos
La revisión reservó gran parte de su enfoque en el efecto de omega-3 sobre la síntesis proteica muscular; el equipo científico menciona un estudio que observó ocho semanas de suplementación de ácidos grasos omega-3 derivados del aceite de pescado que aumentan el contenido de EPA y DHA en los fosfolípidos del músculo esquelético. En una extensión de este trabajo, otro estudio en donde se trabajó con adultos mayores saludables y con ácidos grasos omega-3 derivados del aceite de pescado, relacionó a los ácidos grasos con una mayor masa y función del músculo esquelético.
Este informe corroboró los hallazgos de otros investigadores que han demostrado que la suplementación dietética con ácidos grasos omega-3 promueve ganancias en la fuerza del músculo esquelético durante el entrenamiento físico en mujeres mayores. Los mecanismos biológicos por los cuales estos ácidos grasos regulan el anabolismo del músculo esquelético siguen siendo desconocidos, para algunos investigadores.
La incorporación de los ácidos grasos altamente insaturados EPA y DHA en la dieta se ha asociado con un objetivo mecanicista mejorado de la señalización del “complejo 1 de rapamicina Q7”, que proporciona un mecanismo potencial para los omega-3. También es posible que la incorporación de que estos nutrientes no proteínicos alteren la formación de balsa lipídica y la transmisión de señales mecánicas y nutricionales a la maquinaria traslacional.
Una mezcla de nutrientes
Además de la suplementación de omega-3, la revisión también justifica la provisión de oleato, las vitaminas A, D y E, y los minerales selenio y zinc, que en modelos animales, han mostrado una influencia directa en la respuesta anabólica muscular. En menor medida, la revisión también menciona compuestos bioactivos tales como factores de crecimiento, péptidos y miRNAs en cambios coordinados en la síntesis proteica muscular y la degradación de proteínas musculares.
La evidencia actual sugeriría que la presencia de vitaminas, minerales, lípidos y otros nutrientes bioactivos en los alimentos funciona en concierto con aminoácidos / proteínas para apoyar el aumento postprandial en la síntesis de proteína muscular, cita el equipo científico de la Universidad McMaster.
Elucidar los componentes activos biológicos de los nutrientes no proteínicos de los alimentos, como las especies específicas de lípidos, puede arrojar datos importantes relevantes para el desarrollo de nuevas terapias nutracéuticas para promover la salud musculo-esquelética en los adultos mayores o potenciar su uso en la dieta deportiva en general.
La pérdida de masa muscular asociada a la edad y la pérdida de masa muscular causada por las numerosas comorbilidades asociadas con la edad son cuestiones que las poblaciones cada vez más envejecidas o atletas con problemas (sean en recuperación o enfermos) deben abordar.
Recordemos que el proceso de envejecimiento reduce el tamaño de los músculos en alrededor de 0.5 y 2% por año; el proceso denominado sarcopenia puede resultar en una reducción de la calidad de vida y la pérdida de independencia en muchas personas mayores. La sarcopenia afecta al 10-30% de los adultos mayores que viven independientemente sin una enfermedad importante, y es aún más prevalente en aquellos con enfermedades crónicas y/o adultos mayores. Los efectos negativos para la salud asociados con la sarcopenia se han convertido en un problema de salud mundial que recientemente se ha reconocido como una enfermedad independiente que tiene su propia clasificación internacional de enfermedades.
Fuente
- Journal of Physiology: The impact of exercise and nutrition on the regulation of skeletal muscle mass