He aquí por qué el primer paso para la pérdida de grasa es asumir la responsabilidad personal
Cuando uno está gordo, tiene una docena de excusas para tener sobrepeso; la mayoría de ellas están por lo general dirigidas hacia el exterior: uno dice “estoy gordo” simplemente por cosas que están fuera de control en ese momento. Son como mentiras autodirigidas, por supuesto, solo racionalizaciones endebles para hacer sentir mejor a uno; en resumen, no se está asumiendo responsabilidad personal ni siendo autosuficiente.
Hay sin embargo, un pequeño mantra que se podría repetir todos los días para quebrar algunos hábitos cuando uno está gordo; el mantra se relaciona a converserce que es culpa completamente de uno… uno debe saber que causa el sobre peso, uno debe asumir que selecciona alimentos malos y que siempre se tiene excusas para ir al gimnasio o salir a correr.
Cuando uno es el único culpable, debe ser el único que puede solucionarlo y esto funcionará SIEMPRE; asumir las cosas puede hacer que no solo se pierda los kilos de grasa que tanto molestan, sino también añadir músculos y aprender de los errores en el camino. En todo este trayecto que lleva al progreso, que puede ser saludable o no, la tortura mental y las duras lecciones que uno va cogiendo son los forjadores de un atleta, que se va convirtiendo de un maldito sedentarios perdedor a un maldito atleta ganador
Dejar de intentar ser una víctima
Hoy cuando uno es gordo, el ideal de estirar de uno mismo desde el interior es algo difícil de alcanzar; hoy, la mayoría de las personas buscan y adoptan etiquetas de víctimas y, cualquier etiqueta de víctima servirá. Y, una vez que alguien encuentra su sabor de víctima, no solo adopta la etiqueta, sino que comienza a definirse por ella.
Uno comienza a revolcarse en esa víctima percibida… ¿por qué?… porque lo libera de la responsabilidad personal y la autosuficiencia.
Sin embargo, la barra te enseña una lección diferente cuando uno está gordo; la barra tiene la oportunidad de fortalecerte, cambiar tu cuerpo y desarrollar tu mente. Pero (y esto es lo importante) la barra tampoco te importa una mierda. Simplemente, la recoges y obtienes resultados positivos que cambian tu vida … o no lo haces y no obtienes nada.
A la barra no le importa de una forma u otra si eres gordo o no; te mira directamente al rostro y te dice: “esto va a ser difícil y tomará mucho trabajo, pero la recompensa es increíble, tómame o déjame”. Bueno, en la sociedad actual, es una lección que muchos necesitan aprender, porque la vida puede ser una barra, tomando en cuenta que las oportunidades están ahí. Solo tienes que recogerlas y comenzar a sentir el cambio en tu cuerpo y mente.