Siempre hay “ese tipo” que está justo encima de ti cuando estás a punto de intentar una gran cantidad de sentadillas o pesos muertos. O ese tipo que te atormenta en la estación de press de banca mientras estás levantando, sacudiendo el banco y colocando su gran cara sudorosa en tu visión periférica del gimnasio, ¿verdad?
Si nunca has entrenado realmente pesado, es posible que no aprecies el nivel de enfoque que requieres para mantenerte a salvo durante una serie completa con pesos significativos. Si nunca has estado en un gimnasio con atletas serios o nunca lo visitaste, hay cosas que tienen que tenerse en cuenta; en el caso de levantadores olímpicos o de pesas jamás caminarían frente a ti porque de hecho, todo el gimnasio se detendrá en silencio cuando alguien está a punto de intentar un levantamiento difícil.
¿ Qué debes hacer en el gimnasio ?
Si bien no es necesario que adoptes la etiqueta similar a un samurai de un levantador olímpico, debes ser más consciente de tus compañeros cuando entrenas. El gimnasio es un espacio público después de todo, sujeto a las mismas reglas que seguirías en la oficina o en el supermercado… así que actúa en consecuencia.
- No te preocupes por las mujeres: Sí, lo sabemos, esa es la razón principal por la que muchos chavales van al gimnasio en primer lugar; el problema es que las mujeres ya tienen sus guardias en el gimnasio, sobre todo las atractivas en particular.
- No compartas tu “sabiduría”: Nunca ofrezcas consejos a nadie en el gimnasio, excepto en dos ocasiones: si alguien pide tu consejo. o… si alguien está en peligro inminente de lesiones graves.
- Recoge tus cosas: Dejar los accesorios por todas partes es quizás el mal hábito más común que vemos en los gimnasios, y es desconcertante porque la mayoría de los hombres que hacen esto no sueñan con comportarse de manera similar en ningún otro lugar. Dejar sus pesas por todas partes no solo es peligroso, sino que también crea la impresión de que una estación está en uso cuando no lo está.
- No muestres a todos lo duro que eres: Porque no lo eres. Quermos decir, claro, si estás haciendo tal vez una serie pesada de 10 en el peso muerto, no esperarías que bajes al suelo en una cuenta de 6 sin hacer un pequeño gruñido. Lo que pasa es que a muchos chavales y hasta chicas les encanta convertir sus entrenamientos en exhibiciones ultra dramáticas de barbarie teatral.
- Mantiene la higiene personal: La higiene del gimnasio es un tema verdaderamente multifacético, que abarca temas tan diversos como la frecuencia del baño, las habilidades de lavado, las preferencias de colonia y el cuidado de los pies. Así que piensa coherentemente para ducharte a diario, usa antitranspirante, lava tu ropa con regularidad y usa ropa limpia para ir al gimnasio, además de tomar con calma al ponerte la colonia.
- No asumas que el gimnasio es tu estudio fotográfico personal: si bien puedes tomo videos de tus levantamientos, deberías hacer todo lo posible para asegurarte de no molestar a nadie. Muchos novatos a acercan a sus entrenamientos como si estuvieran en un set de producción cinematográfica.
Para concluir, hay un rasgo de personalidad bien documentado llamado “amabilidad”. Si te preocupas mucho por los sentimientos de otras personas, si a menudo pones los deseos de la otra persona por encima de los tuyos, y si odias los conflictos, estás “de acuerdo” que es lo máximo que puedes hacer. Es que los hombres más agresivos, centrados en objetivos y orientados hacia el éxito a menudo carecen de este rasgo.
La amabilidad es un conjunto mixto como rasgos de personalidad; te impulsa hacia logros personales, pero también te hace más propenso a hacer el “paso en falso” social. Así que felicitaciones por tu intensa ética y amabilidad, pero tal vez no debas exagerar.