Las poses relajadas forman la primera fase de una competición, pero aún fuera del ámbito competitivo son una excepcional herramienta para valorar nuestro progreso físico, descubre en este artículo cómo realizarlas.
Las poses relajadas
En el ámbito del fitness y culturismo posar no es tan sencillo como en un principio pudiera parecer, de ahí la importancia de iniciarnos en esta práctica aunque nuestra intención no sea competir, ya que este tipo de poses nos van a permitir valorar por nosotros mismos nuestro progreso físico así como aprender a contraer distintos grupos musculares.
Las poses relajadas también se conocen como poses de simetría y son una excepcional herramienta para visualizar de forma más clara nuestros objetivos, ya que tras el duro esfuerzo por conseguir un proceso de hipertrofia muscular suele esconderse el importante deseo de mejorar nuestra apariencia física y vernos mejor.
Veamos a continuación cuáles son estas poses y cómo deben realizarse:
- Pose de frente relajado: Se sitúan los pies a unos 20 centímetros de distancia y creamos tensión presionándolos fuertemente contra el suelo. Las rodillas se flexionan ligeramente y rotamos la cadera levemente hacia el exterior. El tronco permanece erguido y los abdominales contraídos, los brazos se separan del cuerpo y rotamos los hombros hacia delante, se flexionan los codos y se mantiene la muñeca en pronación.
- Pose lateral relajado: Desde la posición anterior giramos hacia la derecha, las piernas se sitúan juntas, ligeramente flexionadas y se contraen los glúteos, isquiotibiales y gemelos. Mantenemos el torso erguido y lo giramos ligeramente hacia el espejo. El brazo más cercano al espejo se mantiene cerca del torso y ligeramente hacia atrás, flexionamos el codo. También debemos flexionar el codo del brazo más alejado, pero en este caso mantendremos el hombro con una rotación interna. Los abdominales se contraen ligeramente.
- Pose de espaldas relajado: Se trata de una pose muy similar a la de frente, para llegar hasta ella volvemos a girar hacia la derecha. La posición de pies, cadera y rodillas debe ser la misma que en la pose de frente relajado. Se contraen los glúteos e isquiotibiales.Los brazos se separan del cuerpo y el tronco se mantiene erguido, se debe mostrar la máxima expansión torácica. Con una ligera inclinación hacia atrás contraemos isométricamente toda la espalda.
- Segunda pose lateral relajado: Volvemos a girar hacia la derecha para mostrar la pose lateral del otro lado, el cuerpo debe situarse del mismo modo que hemos expuesto anteriormente y finalmente se vuelve a realizar otro giro para acabar mostrando de nuevo la pose de frente.
Aunque no tengas la intención de mostrar estas poses ante ningún jurado practicarlas para ti mismo te ayudará a valorar tu progreso y a aislar la contracción de determinados grupos musculares, además, puede suponer una motivación extraordinaria para proseguir con tu entrenamiento.