ÍNDICE
Una rutina sólida de pre-entreno comienza mucho antes de poner los pantalones cortos o salir a la calle para ir al gimnasio; como todo en la vida, una preparación descuidada se traduce en malos resultados, lo que en el deporte conduciría a sesiones de entreno sin inspiración, con alto riesgo a lesiones y con la desmotivación total en ciertos casos. En fin, todo lo que podamos dejar de hacer entorno al pre-entreno inhibirían la fuerza, las ganancias musculares o la pérdida de peso, por tanto recomendamos ocho cosas que debemos hacer en el pre-entreno.
1- La comida de pre-entreno
El momento en el que se ingiere una comida o merienda de pre-entreno se depende de las tendencias digestivas personales; en general, es ideal tomar algo al menos una hora antes de entrenar, de modo a cargar de energía el cuerpo y la mente, aunque no existe una regla particular.
Algunas personas tienen un malestar estomacal cuando comen demasiado cerca de una sesión de ejercicios, pero hay otras que pueden comer justo antes o incluso masticar un snack durante el entreno, por ello, la opinión de los nutricionistas y la experiencia personal se deben combinar al momento de desarrollar una estrategia nutricional.
Independientemente del momento, debemos asegurarnos de que los carbohidratos y las proteínas estén en el menú; las tostadas con mantequilla de maní (combinación de carbohidratos, grasas y proteínas), así como frutas (bananas, manzanas o naranjas) aportarán carbohidratos mezclados, esencialmente complejos que pueden dar una dosis de energía sostenible en el tiempo. En la semana, entonces podríamos alternar entre el batido de pre-entreno con algunas comidas para testar como pueden ayudar a obtener los resultados esperados.
2- La hidratación
Los requisitos de hidratación dependen de variables como la edad, el sexo, el peso, la altura y la intensidad de los entrenos; a título orientativo, el Colegio Americano de Medicina Deportiva recomienda que las personas activas beber medio litro de agua antes del entreno intenso, lo que no quiere decir que deberíamos llenar de agua el cuerpo justo antes de entrenar.
La importancia de la hidratación no puede ser subestimada; por un lado, se mejorará el confort para empezar a entrenar duro, tratando de evitar algunas batallas contra lo calambres y mareos que son propios de la condición de deshidratación.
3- Los suplementos de pre-entreno
En realidad no son una necesidad, pero pueden aumentar la concentración y proporcionar un impulso de energía; la mayoría de los productos naturales disponibles son similares porque contienen cafeína y aminoácidos, los cuales ayudan a las venas y arterias a dilatarse para aumentar el flujo sanguíneo. Si se los toma 30 minutos antes del entreno, se sentirán los picos de sus efectos al momento de necesitarlos.
4- El registro de datos y las estadísticas
Ya sea que estemos usando una aplicación móvil o una libreta y papel, sabiendo lo que se espera en términos de repeticiones, series, pesos, así los períodos de descanso, es importante llevar un registro de la planificación del entreno, produciendo una entreno más eficiente. Usar las estadísticas nos permiten eliminar conjeturas, siendo una manera ideal de prepararnos mentalmente; de esta manera la mente enviará al cuerpo las señales precisas para moverse, dejando lo demás a la habilidad de cada movimiento.
5- El calentamiento
Cuando está bien diseñado aumenta la temperatura muscular, la temperatura del tronco, y el flujo sanguíneo; también debe permitir que nuestros tendones se calienten, lo que ayudará a que los músculos trabajen en una resistencia y potencia óptima. En la sesión de calentamiento se busca un poco de sudor, pero no mucho, pues el trabajo debe ser moderado, pudiéndose usar una caminadora, una bici estacionaria o una máquina de remo para cumplir con los objetivos.
6- El rodillo de espuma
Usar este accesorio se puede ser una experiencia dolorosa y casi desagradable para algunas personas; la excepción sería para los masoquistas, obviamente; aquí, las ventajas de usarlo va mucho más allá de las contras. Los músculos son fibras que se mantienen junto con los tendones y perimisio, que es una vaina de tejidos que mantiene unidas las fibras musculares; cuando entrenamos, el tejido puede llegar a ser agrupados por encima, pudiéndose convertir por ejemplo en un obstáculo en una cremallera para dar un ejemplo.
El uso de un rodillo de espuma puede romper las áreas agrupadas de modo que el músculo se contraiga de manera más eficiente; entonces, invertir un minuto en cada área muscular a trabajar sobre una tabla es algo esencial que no puede ser pasado de largo, especialmente durante los días de entreno hardcore; esta es una de las ocho cosas que debemos hacer en el pre-entreno y que no hacemos por lo general.
7- La preparación de movimientos
Ahora es el momento de concentrarse en la funcionalidad y asegurar que lo que se va a utilizar durante los levantamientos específicos estarán listos para la acción; el llamado calentamiento dinámico a través del movimiento direccionado sobre los músculos objetivo nos permitirán llegar a ejecutar las rutinas con una gama completa de movimientos, puesto que los músculos accesorios a usar como los hombros, rodillas, muñecas o antebrazos estarán calientes y listos para dar batalla y ayudar a los grandes grupos musculares.
8- La lista de reproducción musical
Los científicos estudiaron recientemente miles de listas de reproducción, buscando cual sería la más eficiente para el fitness o el cultuirismo; en sí, una serie de músicas en secuencia pueden proveer con sus acordes, más energía y motivación, elevando así el umbral de percepción de esfuerzo, lo que incrementa el rendimiento directamente. Psicológicamente, al escuchar la canción motivadora también se estará bloqueando los ruidos molestos que se dan alrededor en medio del gimnasio.