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El teléfono móvil es una parte integral de nuestro día, pues somos capaces de mantener el mundo en la palma de nuestras manos. ¿Pero están saboteando nuestro sueño?… todos los tenemos, todos los usamos y la mayoría de nosotros tenemos una relación de amor / odio con ellos.
La vida con el teléfono móvil
Estamos viviendo en la era del teléfono inteligente donde ya sea para mantenerse al tanto de los asuntos actuales, enviar rápidamente un correo electrónico a un colega mientras está atascado en el tráfico, cuente nuestros pasos a lo largo de nuestro día o para crear una lista de reproducción épica que nos motive mientras entrenamos en el gimnasio o indicarnos qué comer o como entrenar.
El teléfono móvil pone el mundo en la palma de nuestras manos; podemos encontrar un nuevo lugar para comer, chatear con amigos cercanos y lejanos y capturar un momento único en el tiempo con una cámara que nos permite compartir lo poco lo mucho de nuestras vidas con los demás. Puede reservar desde asientos de la aerolínea hasta boletos de cine, pedir un auto y hacer nuestra compra semanal, todo con el toque de un dedo.
Aunque ciertamente parecen hacer nuestras vidas más fáciles, también representan una amenaza muy real porque pueden ir interrumpiendo nuestros patrones de sueño; los estudios han demostrado un vínculo directo entre el uso del teléfono móvil y el sueño interrumpido o deficiente de la noche.
¿Cómo el teléfono móvil afecta a nuestro sueño?
La respuesta es simple, todo está en el color azul; el problema con un teléfono móvil es la luz azul que emite la pantalla porque este color es la longitud de onda más corta y simula la luz del día. Esto significa que nuestros cerebros no producen suficiente melatonina, el químico que nos hace dormir y nos ayuda a permanecer dormidos; si bien la luz azul es beneficiosa durante el día, aumenta la atención, el tiempo de reacción y el estado de ánimo es perjudicial por la noche, porque altera el ritmo circadiano natural del cuerpo.
Según la Escuela de Medicina de Harvard, el brillo azul de una pantalla prohíbe drásticamente la secreción de melatonina y los estudios han “arrojado luz” sobre un posible vínculo con la diabetes, algunos cánceres y enfermedades del corazón. La luz, por la noche, es la razón por la que no dormimos lo suficiente.
Pensemos en el cambio de siglo, antes de la invención de la bombilla eléctrica donde nuestra principal fuente de luz era el sol; después de que se pusiera el sol, confiábamos en las velas que nos dejaron en una oscuridad relativa. Pero, hoy estamos constantemente rodeados de luces brillantes, en nuestros hogares y en nuestras pantallas.
La adicción al teléfono móvil
En un estudio realizado en los EE. UU., el 46% de las personas dijeron que revisaron su teléfono móvil a primera hora de la mañana y el 83% admitió que lo usaban antes de irse a la cama. Algunos usuarios incluso admitieron que se despiertan a media noche para mantenerse actualizados en las redes sociales; esto significa que no solo nuestras ondas cerebrales se ven afectadas por el ominoso resplandor azul que parece estar impregnando nuestras vidas, sino que nuestros patrones de sueño están siendo perturbados por la constante necesidad de estar conectados.
El hecho triste es que muchos de nosotros no podemos entrenar sin un teléfono móvil, o cualquier accesorio que está inevitablemente vinculado a él o un dispositivo. Ya sea porque estamos rastreando nuestros pasos, la frecuencia cardíaca y las calorías quemadas o simplemente necesitamos el ruido constante de nuestra red social para mantenernos motivados… y, por supuesto, si no está conectado en nuestra sesión de red social favorita, ¿realmente sucedió?
Seamos honestos, ¿cuántas sesiones de gimnasio hemos cancelado porque olvidamos nuestros auriculares en casa?
Cómo romper una adicción al teléfono móvil
En resumen, debemos romper nuestro hábito de teléfono móvil antes de que se convierta en una adicción. Y, una de las formas de hacerlo es crear buenos patrones de higiene del sueño.
Muchos expertos dirán que no se tenga el dispositivo en la misma habitación en la que se duerme, sin embargo esto puede sonar un poco loco por tanto recomendamos que se lo apague simplemente por lo menos unos 30-45 minutos antes de dormir o incluso 1 hora pues la mente debe empezar a descansar antes de conciliar el sueño.
Otro punto interesante y recomendable es no dejarlo cargando junto a la cama; así tendremos menos ganas de tocarlo y no se activaría la alarma del despertador.
Otra forma de sortear la luz azul que emite la pantalla del teléfono móvil es exponerse a la mayor cantidad de luz brillante durante el día. Esto contrarrestará la luz nocturna pantalla y no solo mejorará nuestro estado de ánimo durante el día, sino que también nos ayudará a dormir mejor por la noche.