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Todo lo que sabemos sobre nutrición, metabolismo e inmunidad está a punto de volvernos locos gracias a los postbióticos.
Al principio había probióticos, alimentos que contienen bacterias que tienen efectos beneficiosos en el cuerpo humano; éstos estan implicados en ayudarnos a digerir los alimentos, aumentar la retención de nitrógeno, controlar nuestro estado de ánimo y los niveles de grasa corporal e incluso aumentar el tamaño de los testículos (al menos en ratones).
Los científicos comenzaron a aislar estas bacterias saludables con la esperanza de que pudiéramos recoger millones de ellas en cápsulas y colocarlas en los estantes de las farmacias, donde esperarían pacientemente a que una persona con intestinos gruñones las comprara y les diera un nuevo hogar, el intestino. Después de un tiempo, los científicos descubrieron que liberar un montón de bacterias en nuestro intestino no era muy diferente a llenar un establo con un montón de animales de granja y luego dejar que se las arreglaran solos; en otras palabras, los animales de granja necesitan ser alimentados, y también los animales de granja sueltos en nuestras entrañas.
El cuidado y la alimentación de las pequeñas bestias pequeñas
Descubrir qué alimentos ayudan a cultivar bacterias se convirtió en la ciencia de los prebióticos; a partir de él, la gente aprendió a comer fibras vegetales de granos leñosos y vegetales para poder cultivar enormes colonias de bacterias buenas que les harían ganar una cinta azul en el club bacteriano 4H. Las personas también comenzaron a comer alimentos que combinaban prebióticos con probióticos, al mismo tiempo que suministraban al intestino bacterias y alimentos saludables para alimentarlos.
Estos alimentos combinados se conocen como “simbióticos”, de los cuales los alimentos como el chucrut y el kimchi son ejemplos, pero últimamente, los científicos de alimentos han llevado su investigación un paso más allá al preguntar qué es exactamente lo que tienen estas bacterias y que benefician a los humanos.
La respuesta se encontró en los subproductos metabólicos de estas bacterias; así es, las cosas que las bacterias dejan en sus pequeños baños son las que tienen todos estos efectos beneficiosos en los humanos y se conocen colectivamente como postbióticos. Al ingerir postbióticos en lugar de probióticos o incluso prebióticos, no tendríamos, al menos en teoría, que preocuparnos por si las bacterias se afianzaron o no en nuestras entrañas y comenzaron a crecer.
¿Para qué sirven estos productos de desecho bacteriano?
Se cree que los postbióticos, como clase, tienen los siguientes efectos beneficiosos en los humanos:
- Luchan contra el crecimiento de patógenos nocivos (mejor salud intestinal en general).
- Reducen la inflamación.
- Bajan el azúcar en la sangre y la presión arterial.
- Tratan el síndrome del intestino permeable.
- Reducen el estrés oxidativo.
- Fomentan el crecimiento de bacterias buenas.
No hay duda de que hay muchos productos finales postbióticos específicos, pero la ciencia aún está en pañales y aún queda mucho por explorar. No obstante, actualmente conocemos al menos algunos productos finales posbióticos que influyen en la salud humana:
- Ácidos grasos de cadena corta: productos finales como el ácido acético y el ácido butírico que ayudan a modular los niveles de azúcar en la sangre.
- Indol: este químico es en gran parte responsable del olor característico de las heces, pero recientemente se descubrió que ayuda a los animales a retener una expresión génica juvenil, lo que teóricamente conduce a una vida útil prolongada.
- Peróxido de hidrógeno: la producción de este conocido químico puede frustrar el aumento de la salmonella y otros tipos de bacterias patógenas.
- Péptido de Muramyl: esta proteína puede ayudar a regular el sueño humano.
- P40: esta proteína es un impulsor clave de la inmunidad celular.
- Nutrientes: las bacterias producen varias vitaminas B, vitamina K e incluso algunos aminoácidos.
¿Cuales son las fuentes de posbióticos?
Actualmente hay una serie de suplementos postbióticos disponibles, pero no hay mucha aclaración aún en cuanto a cuáles, en qué cantidades y en qué combinaciones, son los mejores para la salud humana. La mejor opción actual es aumentar la producción de postbióticos al incluir algunos de los alimentos enumerados a continuación en la dieta y eso permitirá que las bacterias nativas produzcan más postbióticos de lo que normalmente podrían:
- Vinagre de sidra de manzana.
- Butirato (a través de la mantequilla y quesos).
- Espirulina (sí, esas cosas de algas de las que todos nos reíamos).
- Orujo de uva (restos sólidos de uvas, aceitunas u otras frutas; cosas como pulpa y pieles).
- Hongos (específicamente, el micelio del que están hechos).
También hay cierta superposición entre los alimentos probióticos y postbióticos en el sentido de que puede aumentar la producción de estos últimos al comer más de los primeros, como los siguientes alimentos probióticos tradicionales: Kéfir, Vegetales en escabeche, Chucrut o Kombucha.
Fuente
- Trends in Food Science and Technology: Postbiotics: An evolving term within the functional foods field