Descubre cómo quemar grasa corporal y seguir manteniendo un buen tono muscular.
La báscula es un mal indicativo
Cuando hablamos de adelgazar o perder peso todos evocamos el ideal de minimizar nuestra grasa corporal y aumentar nuestro porcentaje muscular, no obstante, este ideal está reñido con el hecho de evaluar los resultados mediante la báscula, veamos por qué.
En algunas ocasiones se puede apreciar un menor peso corporal acompañado también de menor volumen y grasa corporal junto a una mayor tonicidad muscular, pero en la mayoría de ocasiones, cuando se quiere perder peso de forma rápida y generalmente desequilibrada, lo que observamos en la báscula es un descenso en el peso corporal que nada tiene que ver con conseguir los objetivos que se han citado anteriormente.
La pérdida de peso rápida que no ha sido acompañada de una buena alimentación ni del suficiente ejercicio físico no implica una reducción de la grasa corporal, sino una destrucción del músculo.
Cuando se adelgaza de manera adecuada, es decir, perdiendo grasa corporal, el peso puede no variar o incluso aumentar, pero se ve acompañado de una disminución de tejido adiposo y un aumento de tejido muscular.
Las dietas milagro pueden llegar a destruir nuestro músculo
Todos los veranos se pone en marcha la operación bikini, que atenta directamente contra nuestra salud ya que propone un conjunto de prácticas cuyo objetivo es una pérdida de peso acelerada y desequilibrada.
Un claro ejemplo de esto, entre muchísimas dietas, es la dieta scardale. Esta dieta se realiza en 14 días y es tan restrictiva que incluso se desaconseja la práctica de ejercicio físico. El objetivo es perder peso, ¿pero a qué precio? Con excesivas restricciones calóricas y sin el adecuado ejercicio físico todo lo que se pierde es músculo, y como veremos, en consecuencia, se enlentece el metabolismo.
Construir un balance calórico negativo
Para perder peso de forma saludable además de realizar el suficiente ejercicio físico es de gran importancia crear diariamente un balance calórico negativo, es decir, gastar más calorías de las que ingerimos.
A pesar de ello, también es cierto que las dietas altamente restrictivas donde no se come con la frecuencia idónea (5 veces al día),pueden ralentizar nuestro metabolismo e impedir una adecuada pérdida de grasa.
Para adaptar las calorías a las necesidades individuales (hecho de gran importancia si se realiza deporte) la mejor opción es acudir a un nutricionista.
Recuerda que en una dieta equilibrada y saludable es necesario realizar todas las comidas, ya que saltarse una comida no nos va a permitir quemar más grasa, sino todo lo contrario.
El ejercicio anaeróbico es necesario
Generalmente el ejercicio cardiovascular es el que más se relaciona con los procesos de pérdida de peso y si bien su función es insustituible, el ejercicio anaeróbico o entrenamiento de fuerza va a resultar determinante para lograr nuestros objetivos.
Esto sucede porque el entrenamiento de fuerza permite incrementar el músculo y el desarrollo muscular es clave para que nuestro cuerpo queme más grasa, ya que a mayor porcentaje de tejido muscular, más acelerado está el metabolismo.
Un metabolismo acelerado y un cuerpo armonioso son garantía de poder mantener el físico logrado en el contexto de un estilo de vida saludable.
Recuerda que lo saludable no es perder peso, es quemar grasa y esto requiere un cambio importante en los hábitos de vida, no se consigue con una dieta milagro.