Un estudio hecho por amigos nutricionistas y publicado en el Spanish Journal of Marketing, informa que las actitudes de los consumidores hacia la vida sana y los alimentos funcionales tienen una influencia directa en su disposición a comprar y consumir diferentes productos. Los consumidores españoles tienden a centrarse más en los alimentos naturales y consumir una dieta equilibrada, que el consumo de alimentos fortificados o funcionales.
El equipo de la Universidad de Valencia, en España, analizó las percepciones de la dieta, estilos de vida saludables y alimentos funcionales para ayudar a comprender mejor cómo comercializar productos saludables, descubriendo que una actitud positiva hacia las “comidas funcionales” influye en su consumo, pero no la toman como al de un estilo saludable.
Además, una actitud positiva hacia llevar un estilo de vida saludable no necesariamente significa una actitud positiva hacia los alimentos funcionales y fortificados, dijeron los autores, dirigidos por Kuster-Boluda y Vidal-Capilla. La pareja de invesores comentó que los resultados pueden provenir de consumidores conscientes de la salud que no creen en la necesidad de consumir alimentos funcionales para estar saludables.
En cambio, los consumidores españoles tienden a consumir alimentos naturales y están más enfocados en encontrar un equilibrio saludable en su dieta, sugirieron. Añaden que como tal, los ejecutivos y departamentos de marketing deberían tener en cuenta estos resultados al apuntar productos nutricionales y alimentos funcionales para el consumidor español.
Aquí las campañas de marketing deben ser específicas si quieren influir en la actitud del consumidor hacia los alimentos funcionales y, por lo tanto, la voluntad de consumirlos. Para hacer esto, deben centrarse en la recompensa, la necesidad, la confianza y la seguridad de estos alimentos, que son las principales variables que dan forma a las actitudes hacia ellos.
La información del consumidor de los alimentos funcionales
Los investigadores españoles intentaron analizar como las actitudes de los consumidores hacia los alimentos funcionales influyen en su disposición de consumo; descubrir como los estilos de vida saludables y la preocupación por la salud influyen en los sentimientos hacia los alimentos funcionales y finalmente estudiar que variables motivan o restringen un estilo de vida saludable era el objetivo central del estudio.
Los 333 voluntarios (60% mujeres y 40% hombres) formaron una población de muestra de hombres y mujeres españoles mayores de 20 años; los participantes fueron entrevistados electrónicamente mediante cuestionarios estructurados durante abril a junio de 2015.
La respuesta fue que la mayoría de los consumidores sienten que la comida es la forma de mejorar su salud y bienestar, un factor al que muchos fabricantes están respondiendo, señalaron. No obstante, si se considera que un producto alimenticio es saludable, los consumidores raramente observan su información nutricional para verificarlo.
Además, si bien una actitud positiva hacia los alimentos funcionales directamente relacionados con una influencia positiva en la disposición a consumirlos, no se demostró que un estilo de vida saludable general influya en la misma medida. Tampoco era un estilo de vida saludable indicativo de una comida positiva a funcional, aunque las diferencias de género y la transparencia también deben tenerse en cuenta cuando se desarrollan estrategias de marketing.
¿El género es un factor?
Se encontró que solo una hipótesis, de un total de cinco, fue significativamente diferente entre hombres y mujeres, lo que demuestra que las mujeres y los hombres difieren significativamente en la relación entre los motivadores y el estilo de vida saludable. Más específicamente, los motivadores influyen en los estilos de vida saludables de manera más significativa en las mujeres que en los hombres.
Fuente
- Spanish Journal of Marketing: Consumer attitudes in the election of functional foods