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El músculo es el mejor aliado para quemar grasa: Perder peso no es suficiente para lucir mejor ya que resulta necesario mejorar la composición corporal. ¿Conoces todos los beneficios que se derivan de un mayor porcentaje de masa muscular? Descúbrelos en este artículo.
Más músculo es igual a menos grasa
La pérdida de grasa generalmente suele producirse cuando de forma consecutiva se da un balance calórico negativo: se queman más calorías de las que se ingieren y para obtener la energía necesaria el organismo recurre a las reservas de grasa.
Sabemos que para lograr un balance calórico negativo de forma diaria y saludable son dos las pautas básicas que debemos llevar a cabo: seguir una dieta sana, equilibrada y adaptada a nuestras necesidades calóricas, y realizar ejercicio físico de forma regular.
¿Pero qué tipo de ejercicio físico? Aquí es cuando muchas personas cometen el error de seguir únicamente un entrenamiento cardiovascular , el cual aporta muchas ventajas pero resulta insuficiente cuando el objetivo es mejorar la composición corporal.
El entrenamiento de fuerza es aquel que nos puede conducir (con constancia y dedicación) a una ganancia de masa muscular lo que repercute de forma directa y favorable sobre el metabolismo.
El tejido muscular es uno de los que requiere mayor gasto energético en reposo para su manutención, es decir, cuanto más masa muscular tengamos, mayor será nuestra Tasa de Metabolismo Basal, en consecuencia, llegaremos de forma más fácil al balance calórico negativo y el organismo tardará menos en deshacerse de la grasa que no necesita.
Menos grasa no es igual a menos peso corporal
Otro error que suele cometerse al tratar de mejorar la composición corporal es guiarse por la báscula, cuando este dato no es capaz de reflejar de forma adecuada lo que está sucediendo en nuestro organismo.
El tejido muscular pesa más que el tejido adiposo, en consecuencia, cuando ganamos músculo es posible observar que el peso corporal ha aumentado, no obstante, esto no implica que hayamos engordado, todo lo contrario, puede indicar de forma muy clara que estamos “adelgazando de verdad”, es decir, quemando grasa y ganando músculo.
¿Pero cómo medir el progreso de forma adecuada? Una buena opción es la báscula de bioimpedancia eléctrica, la cual es posible encontrar ya en numerosas farmacias, si bien es cierto que no es un método 100% fiable, es uno de los más accesibles.
Otro recurso que puedes utilizar es la evaluación de tus medidas a través de una cinta métrica, y el ojo, que rara vez engaña, ya que cuando se gana músculo y se pierde grasa la piel se observa mucho más firme.
Ten paciencia si quieres obtener los mejores resultados
Si se parte de una situación donde el organismo está claramente desequilibrado y presenta un índice de grasa muy superior a lo que le correspondería es obvio que el tiempo que se tardará en observar unos buenos resultados será mayor.
Quizás al principio pueda parecerte un camino muy arduo aunque resulta tan sencillo como evitar ciertos errores, por ejemplo, resultará prioritario que en tu entrenamiento deportivo incluyas como mínimo 3 días a la semana dedicados a trabajar la fuerza y generar hipertrofia muscular.