“There is no such thing as overtraining, only underrecovery.”
Esta frase viene a decir que el sobreentrenamiento no existe, que el problema es que la recuperación no es “adecuada”, y aunque no estoy de acuerdo, sí que es cierto que a veces no se le presta la atención suficiente a la recuperación.
Para volvernos más fuertes, más grandes y en definitiva, mejorar en el entrenamiento, el cuerpo necesita recuperarse del estrés al que se ha visto sometido.
Es ese mismo estrés el que obliga al cuerpo a mejorar, y si es capaz de recuperarse, nos haremos más fuertes, por lo tanto, si podemos recuperar mejor, podremos obtener mejores resultados, ya que toleraremos mejor las sesiones de entrenamiento.
Es cierto que hemos hablado de muchas herramientas para mejorar la recuperación.
Por ejemplo, en este artículo hablé de la importancia de dormir bien y cómo mejorar nuestro sueño, y en muchos otros hemos hablado de cómo mejorar nuestros hábitos de alimentación para favorecer la recuperación.
Pero en este artículo, quiero hablar de una herramienta que no había mencionado hasta ahora.
Meditación para mejorar el estrés:
El ejercicio mejora nuestro cerebro, mejora la función cerebral y también ayuda a la creación de nuevas células.
Pero la evidencia también sugiere que el cerebro juega un rol importante en la recuperación y que tiene casi tanta influencia como la nutrición.
La meditación es una herramienta muy poderosa para empezar a conocer cómo funcionamos, mejorar la recuperación y aumentar el rendimiento.
Las personas que meditan con regularidad presentan unos niveles de hormona del crecimiento, DHEA y testosterona más elevados.
La evidencia también menciona que la meditación puede regular el eje hipotálamo-pituitaria-adrenal reduciendo el estrés (2).
Se comprobó que los hombres que realizaban meditación de forma regular segregaban más cortisol ante una situación de estrés, pero que una vez el estrés desaparecía, los niveles descendían más rápidamente (1,3).
Esto es muy importante.
Actualmente debido a nuestro estilo de vida los niveles de cortisol se mantienen elevados de forma crónica, cuando en realidad, debería de ser un pico intenso, pero de forma puntual.
Es decir, el pico de cortisol debería de ser mucho más elevado, pero también mucho menos duradero en el tiempo, y esto sólo deberíamos experimentarlo cuando nos encontramos ante un peligro real, y no constantemente, como nos ocurre hoy en día.
Además, los hombres que realizaban meditación también presentaban niveles más elevados de testosterona y hormona del crecimiento.
En cambio, en este otro estudio (2), se llegó a la conclusión de que la meditación podía elevar los niveles de melatonina, una hormona clave que nos ayuda a conciliar el sueño, por lo que el beneficio es doble.
Por lo tanto, la meditación puede ser una herramienta para evitar unos niveles de cortisol elevados de forma crónica, aumentar ligeramente el ratio testosterona- cortisol y mejorar la recuperación y el rendimiento.
Además, también parece mejorar la calidad de sueño, independientemente de que aumente los niveles de melatonina.
Referencias:
1.http://main.poliquingroup.com/ArticlesMultimedia/Articles/Article/1050/Ten_Practical_Ways_to_Speed_Recovery_&_Help_You_Become_Superhuman.aspx