Todos estamos tratando de mejorarnos todos los días. Este objetivo nos da una razón para perseverar a través de la rutina cuando luchamos y sentimos que el mundo entero está en contra de nosotros. Tienes que tener el deseo ardiente de luchar por tus sueños si quieres que se conviertan en realidad. Cuando tu propósito es mayor que el dolor, nada te puede detener. Como fisicoculturistas, nuestro objetivo es construir músculo y esculpir nuestro cuerpo al físico ideal. Mi objetivo, ser el mejor del mundo en lo que hago, es más que simplemente desarrollar músculo o disfrutar del éxito. Mi propósito al ser un culturista es inspirar a la mayor cantidad posible de personas a ser lo mejor que puedan llegar a ser. Trabajo duro para ser una influencia positiva y crear compañerismo donde quiera que voy. Saber que este es mi verdadero propósito me lleva a mantener el rumbo sin distracciones.
A medida que comiences a lograr algunos de tus objetivos y veas algunos éxitos, habrá personas que querrán verte caer. Tienes que tener una mente fuerte. Es absolutamente importante que sepas por qué persigues tus objetivos. Cuando conoces el propósito por cual estás trabajando, este no dejará que el exterior te influya negativamente. Piensa en cada obstáculo como un desafío que te hará mejor, siempre y cuando lo superes. La mayoría de las veces estos desafíos duran muy poco. Vendrán y pasarán rápidamente. En otras ocasiones, es posible que tengas que enfrentar situaciones difíciles durante meses o incluso años. La mejor manera de lidiar con esto es continuar siendo la mejor versión de ti, como te sea posible. Si tratas de fingir quién eres, tus verdaderos colores eventualmente se mostrarán. Al final, la tormenta pasará y serás una persona mucho más fuerte gracias a ella.
Haz lo correcto. Las personas fuertes saben que siempre deben hacer lo correcto, incluso cuando se enfrentan a la negatividad. Nunca está bien tomar venganzas. Aferrarse a lo que otros te han hecho. Pensar en estas situaciones solo te causará una confusión interna. Puedes elegir aceptar el desafío y enfrentarlo de frente, o puedes caer en su trampa y dejar escapar una oportunidad. Recuerda, cada situación difícil es una oportunidad para el crecimiento personal y el desarrollo. No es fácil. Yo, no siempre reacciono perfectamente en cada situación. Todos somos humanos y cometemos errores, pero ser consciente de estas oportunidades es el primer paso para volvernos más fuertes.
En el gimnasio, cuanto más desafíes al músculo, más obtendrás de cada sesión de entrenamiento. Con el tiempo, ganarás fuerza física al desafiar constantemente tu cuerpo para superar tus propias barreras. ¿Cuántas veces has levantado un peso y has pensado que se sentía pesado? Y después, tras unas pocas semanas de entrenamiento, ese mismo peso se sentía normal al levantarlo y es así como te desafías a hacer más peso o más repeticiones. Esta idea también es válida para la mente. Enfrenta tus desafíos más difíciles de frente y mantente fuerte hasta que los superes. Una vez más, con el tiempo, notarás que el peso sobre tus hombros que antes parecía tan pesado ahora es liviano y descubres que puedes tolerar más.
A veces los obstáculos son presentados por las personas que menos te imaginas. Puedes pensar que tus amigos y los familiares solo están allí para construirte. Pero a veces, el amor y la compasión que tienen por ti pueden impedirte alcanzar tus metas. Su ayuda puede restarle valor a lo que tu estás tratando de lograr. Si alguien te da consejos que podrían alejarte de tu objetivo, mantente comprometido con el plan que has establecido para ti mismo. La gente a menudo me da consejos sobre dietas que contradicen completamente mi plan. No ignoro la información que me dan, pero tampoco dejo que me influya si sé que su “ayuda” dificultará mi progreso. Una vez que tengas un plan concreto, apégate a él. No vaciles por influencia externa o conflictos internos. Recuerda que cuanto más grande sea la meta, más te retaran. Mantente firme en tu propósito.