Las cuerdas de batalla son una pieza subestimada del kit de entrenamiento en casa, sin embargo es increíble para la parte superior de tu cuerpo y son tan adrenalínicas que la querrás para siempre.
Sin embargo, también existe el problema de que pueden ser difíciles de configurar si no estás familiarizado con su funcionamiento. Configurarlas puede ser un verdadero desafío si tienes poco espacio, pero para un mejor acondicionamiento de todo el cuerpo sinceramente vale la pena hacerlo ya que trabaja en situaciones tan variadas como es posible, desde olas, golpes y otros movimientos.
Los beneficios de las cuerdas de batalla
De hecho, un estudio en el Journal of Strength and Conditioning Research descubrió que un mero entrenamiento de cuerdas de batalla de 10 minutos aument a la frecuencia cardíaca a niveles máximos y debe clasificarse como ejercicio de alta intensidad. Estas cuerdas largas y gruesas aumentan al máximo los niveles de cardio mientras mejoran el agarre, fuerza, acondicionamiento y nivel general de capacidad de trabajo, que al final de cuentas, incrementa el nivel físico y mental.
Al maniobrar cuerdas de batalla en una variedad de movimientos lineales y circulares, la idea es aumentar el ritmo cardíaco. Los regímenes de estilo HIIT que se centran en mejorar la potencia, explosividad y resistencia aeróbica son donde realmente brillan las cuerdas de batalla; son una parte esencial de la receta para crear un gasto de calorías que hará que la grasa corporal se derrita a una velocidad récord.
Otro beneficio de las cuerdas de batalla es que son una excelente forma de entrenamiento de bajo impacto que cualquiera puede hacer para igualar los desequilibrios de fuerza y mejorar el equilibrio, pero sinceramente aunque sean divertido trabajar con ellas, es un verdadero infierno para la mente y el cuerpo.
¿Que necesitas para trabajar con cuerdas de batalla?
Para empezar, es mejor tener una cuerda adecuada de alta calidad; pero para que encuentres la mejor, deberías seguir algunos conceptos básicos son los siguientes:
- Las cuerdas deben ser durables y no se desprenderán
- Deben tener agarres confortables, hechos de un material diferente.
- Tienen sus propios anclajes específicos.
Pero vamos al grano pues vamos a hablar sobre cómo anclar las cuerdas de batalla, así como cómo configurar las cuerdas de batalla sin ancla, así que prepárate de una vez. El enfoque ideal para una cuerda de batalla es la movilidad máxima sin que el punto fijo se mueva demasiado para no desperdiciar energía; esto hará que tu entrenamiento sea más efectivo al concentrar la fuerza del movimiento, que es lo deseable en un circuito de acondicionamiento físico.
¿Como llegas a anclarlas?
Si tienes una cuerda de batalla que viene con su propio ancla, ya estás un paso por delante, pues no te toparás con muchas de las dificultades asociadas con la fijación de la cuerda de batalla a un objeto estable y sin movimiento. Los anclajes que a menudo vemos son simplemente un soporte de pared con un medio lazo de metal; simplemente se atornillan en las paredes y otros accesorios en el hogar para proporcionar un método relativamente simple de sujetar la cuerda de batalla a una superficie fija, pero ten cuidado al anclarla, ya sea en una pared o en un objeto fijado a la superficie.
Las anclas a menudo incluyen tuercas para fijación, y es una de las razones por las cuales el resultado del trabajo con las cuerdas de batalla es mucho más eficiente.
Ahora bien, no todas las cuerdas vienen con anclas, entonces tienes dos opciones: comprar un ancla de forma independiente o descubrir cómo usarla sin una, haciendo que el lazo que sea más grande que el diámetro de tu cuerda de batalla, pero bueno, en este caso los ahorros no son una buena opción tomando en cuenta la seguridad y la capacidad de dar los estímulos necesarios.