La dieta flexible ha ganado muchísima popularidad durante los últimos años, y gran parte de este fenómeno es gracias a las redes sociales, las redes sociales han hecho mucho para que se expanda.
De hecho, en cierto modo, soy partidario de la dieta flexible y en mi blog tengo un ebook gratuito sobre cómo planificar tu propia dieta en el cual también abordo conceptos básicos sobre nutrición.
Pero dejando eso de lado, en mi opinión la dieta flexible se ha vuelto el escaparate de un negocio, un negocio en el que el influencer de turno trasmite a sus seguidores que se puede perder grasa o ganar músculo consumiendo alimentos procesados siempre y cuando entren en tus macros.
Varios ejemplos de lo que pueden llegar a publicar algunas personas que siguen la dieta flexible:
Sinceramente, ambos ejemplos son fotos sacadas de perfiles que siguen la dieta flexible, y este es el mensaje que trasmiten en las redes sociales.
No soy quien para juzgar la forma de alimentarse de nadie, y tampoco quiero decir con esto que haya que seguir una “dieta” a rajatabla los 30 días del mes, porque no es así, si algún día te apetece disfrutar con tus amigos y/o tu familia soy el primero que recomienda hacerlo, no estropearás tu progreso por saltarte una comida.
Pero hay que ser claro, la dieta flexible no se basa en consumir alimentos procesados siempre y cuando entren en tus calorías y tus macros, la dieta flexible comparte la misma base que cualquier otra dieta saludable, comida de verdad:
Por lo que desde mi punto de vista hay que dejar varios puntos claros:
– La dieta flexible tiene como base de alimentación comida saludable, alimentos saludables, alimentos de verdad.
– Te permite ser flexible y no sentir que estás a “dieta”, por ejemplo puedes incluir en tus macros y en tus calorías una paella, un plato de lentejas o un arroz con leche y canela por lo que va a mejorar la adherencia, piensa que hay mucha gente que piensa que para perder grasa hay que comer arroz y pollo hervido, y no es así.
– Te permite afinar bien la cantidad de calorías y macros, y asegurarte que estás llegando a la cantidad adecuad de proteína, grasas y carbohidratos según tu objetivo.
– NO se basa en incluir en tu dieta alimentos procesados como helados, pizzas, donuts, cereales azucarados, etc… evidentemente si un día te apetece consumirlo, no tienes por qué no hacerlo (sabiendo que es algo no saludable y que hay mejores opciones) pero hay que ser sincero con la gente, la dieta flexible no consiste en cuadrar basura en tus macros y calorías.
En este vídeo doy mi opinión y mi punto de vista de forma un poco más crítica, y porqué considero que decirle a alguien que puede consumir cualquier alimento siempre y cuando cuadre sus macros y calorías es engañarle.