Existen algunas trampas en el entrenamiento que pueden frenar tus progresos y hacer que te estanques, ¿ no te ha pasado ?.
No siempre estás trabajando con un entrenador preparado o simplemente sigues lo que dicen las redes sociales o las revistas. Si pasa esto quiere decir que puedes estar imbuido en algunas trampas que te ponen.
Planes de entrenamiento genéricos
La realidad es que la mayoría de los planes de entrenamiento que obtienes gratis en el internet son genéricos y uniformes.
El problema con esto es que no toman en cuenta tu estado físico: qué tan bien te mueves, tu fuerza, tu postura, tu experiencia (y competencia), historial de lesiones, etc.
Tampoco incluyen rutinas de calentamiento, trabajo de movilidad ni el cardio que necesitas según tu capacidad atlética o estado de tus articulaciones.
Estos planes que son trampas, se basan en el trabajo con barras, mancuernas y máquinas y, casi siempre carecen de movimiento y variedad de ejercicios.
Esto puede no parecer un gran problema e inclusive, puedes experimentar excelentes resultados en los primeros meses, pero ¿a largo plazo?.
- Podría tender a golpear las articulaciones y provocar una serie de afecciones ortopédicas, como las roturas del manguito de los rotadores.
- Muchas veces te puede llevar al sobre-entrenamiento y con ello empiezan los grandes problemas del culturista.
- En ciertas ocasiones incluso te lleva a estar desequilibrado, tanto en simetría como en tu composición corporal en general.
Definitivamente te recomendamos trabajar con un entrenador certificado y experimentado, que trabajará contigo a un nivel más personal.
Además te brindará todo lo necesario para llegar a la cima, con la seguridad de mantenerte lejos de las lesiones o prepararte con alto rendimiento.
Las trampas del aislamiento
Los culturistas tienen un objetivo principal: maximizar la masa muscular y una de las trampas dentro de esta actividad es que en general el entrenamiento está estructurado alrededor de grupos musculares con un fuerte enfoque en el trabajo de aislamiento.
El problema es que nuestro cuerpo no funciona de forma aislada.
Por lo tanto, este enfoque a menudo no logra desarrollar los estabilizadores articulares más pequeños, lo que puede conducir a desequilibrios musculares.
Cuando los músculos están desequilibrados en cualquier articulación, se arruina la mecánica articular, y cuando agregas ejercicios cargados en las articulaciones que funcionan mal, se desgastan rápidamente, haciendo que una lesión sea inevitable.
Sin movilidad no hay salud articular
Cuando te enfocas solo en el desarrollo muscular, por lo general dejas de lado la movilidad, pues de seguro piensas “no tengo tiempo para eso”, pero es una de las trampas que te acabarán.
El problema es que tu cuerpo requiere un movimiento constante y variado para mantener una salud articular óptima.
El músculo se debe fortalecer en sintonía con aquellos elementos que forman parte de su funcionamiento como los tendones, los ligamentos y, por supuesto, las articulaciones.
Si centras todo el trabajo en la fuerza muscular, el resto de piezas terminarán por desgarrarse o desprenderse, ocasionando un auténtico destrozo.
Además el cuerpo se adapta de manera desfavorable: las articulaciones se ponen rígidas, los músculos se tensan y gradualmente te vuelves más y más inmóvil.