La vitamina S o la cantidad de relaciones sociales sanas en la vida pueden envejecer pero también extender la expectativa de vida, según un estudio publicado en algunos medios de la salud americana y realizado por Patricia Thomas del Centro de Investigacion de la Población en conjunto con la Universidad de Texas en Austin; para su estudio utilizaron datos de 1967 y reunidos entre 1986 y 2005 por una encuesta americana para cambiar el estilo de vida; los participantes respondieron preguntas sobre sus contactos sociales y por lo tanto se sabía con que frecuencia los participantes compartían con amigos, vecinos y miembros de su familia además de saber cuando iban a otros tipos de reuniones y cuantas horas a la semana hacían trabajos voluntarios.
Basándose en estos datos, dividieron a los participantes en cinco grupos o clases donde el grupo más grande (G1) comenzó con una gran cantidad de contactos sociales y el grupo más pequeño (G5) que tenía menos relaciones sociales; después de analizar las estadísticas que fueron realizadas durante unos 10 años se pudo certificar que gracias a las actividades físicas y a la reducción del estrés metabólico que se relacionan a las relaciones sociales o vitamina S se puede definitivamente prolongar la esperanza de vida.
La integración social a través de la participación grupal entonces puede ser importante para reducir el riesgo de mortalidad concluye la Dra Thomas, sin embargo esta protección depende de mantener buenos niveles de relaciones sociales como seguir los programas de voluntariado, salir a pasear en familia o con los amigos en parques, andar en bicicleta, nadar, o asistir a clases de aeróbicos, ir al cine, llevar a los niños a los sitios de entretenimiento, ir a la iglesia o templo de cualquier religión, practicar algún deporte como aficionado, u otras actividades placenteras pero nunca las que involucren excesos contra la salud como desvelarse en las discotecas, abusar de los videojuegos, o las redes sociales e internet.