Un estudio italiano cita que tomar más vitamina D para reducir el riesgo de infección, pues los primeros datos recopilados en estos días indican que los pacientes hospitalizados tienen una prevalencia muy alta de hipovitaminosis D.
En Italia no la están pasando bien por el Covid-19 pero los amigos del norte de este país maravilloso se pusieron a estudiar la efectividad de algunos suplementos reconocidos por estimular el sistema inmunológico.
En este caso, los científicos turineses de la universidad local desarrollaron una serie de investigaciones sobre el mecanismo de acción de la vitamina D, con el objetivo que pueda ser recomienda para combatir la pandemia del coronavirus y en este contexto presentaron sus informes a los miembros de la Academia de Medicina de Turón, los cuales lo tildaron de muy interesante, pues no hablamos de un medicamento o fármaco que sirva como cura, sino de una opción nutricional para reducir el riesgo de contraer el virus.
¿Porqué se enfocaron en la vitamina D?
Basado en numerosas pruebas científicas y consideraciones epidemiológicas, parece que el lograr niveles plasmáticos adecuados de vitamina D es necesario sobre todo para prevenir numerosas patologías crónicas que pueden reducir la esperanza de vida en las personas mayores, pero también para determinar una mayor resistencia a la infección por COVID-19 que, aunque con menos evidencia científica, puede considerarse probable.
Los análisis preliminares que se desarrollaron con pacientes hospitalizados observaron que los mismos tenían prevalencia muy alta de hipovitaminosis D. Además, existen muchas evidencias científicas que demuestran el papel activo de la vitamina D en la modulación del sistema inmunológico y una disminución prominente de la misma reduce la esperanza de vida de los adultos mayores.
En 2018, hemos escrito un estudio sobre la capacidad de la vitamina D para evitar o combatir la gripe.
Esto implica que las cosas se complican cuando aparece el COVID-19, pues una persona con hipovitaminosis D incrementa su riesgo para adquirir alguna infección respiratoria y, esto significa que la vitamina D tiene una capacidad de contrarrestar un daño pulmonar que es causado por una hiperinflamación como la que se da con el coronavirus.
Ahora se está estudiando la posibilidad de generalizar la administración aguda de un medicamento con vitamina D por vía intra-venosa en pacientes con COVID-19 con función respiratoria particularmente deteriorada
Esta recomendación es útil para la población general, pero es particularmente significativo para los sujetos ya infectados, sus familiares, el personal de salud, el personas mayores frágiles, huéspedes en hogares de ancianos, mujeres embarazadas, personas encerradas y todos aquellos que por diversas razones no se exponen adecuadamente a la luz solar.
La vieja pregunta sobre la vitamina D
La cuestión de la efectividad de la vitamina D para otros usos además de la salud ósea es de larga data y también controvertida, sin embargo aunque haya cuestionamiento de otros científicos sobre esta investigación, incluso si no hay un acuerdo completo entre las diferentes Sociedades Científicas, se consideran considerarlas aceptables ciertos rangos.
Se considera normal valores de la población general por encima de 20 ng/ml, mientras que en los ancianos, los niveles de vitamina D deberían ser al menos 30 ng/ml.
La ventaja es que la vitamina D puede ser sintetizada por la piel, para efecto de radiación ultravioleta emitido por luz solar, que determina la conversión de los 7-deshidrocolesterol en Colecalciferol, o puede ser sintetizada mediante la ingesta de alimentos o suplementos.
Una vez producido de la piel o por la comida, el compuesto Colecalciferol si se acumula en el tejido adiposo debe ser gradualmente lanzado y para ir encuentro dos sucesivos hidroxilaciones, las primeras en hígado (25 OHD) y el segundo en el riñón, con producción de su forma activa (1-25 OH2 D3 o calcitriol) que luego, al unirse a receptores específicos, actúa sobre diferentes tejidos con un mecanismo hormonal.
Durante en invierno, los niveles de colecalciferol se reducen significativamente, tanto debido a la menor radiación solar como al agotamiento de las reservas acumuladas durante el verano: por este motivo, en febrero / marzo hay un mayor riesgo de su escasez, siendo prioritario en estos días de primavera que aún son fríos tomar las medidas nutricionales adecuadas.
Fuente
- Università degli Studi di Torino: Possibile ruolo preventivo e terapeutico della vitamina D nella gestione della pandemia da COVID-19