Un estudio publicado en la revista Nutrients, hecho por científicos de la Universidad de Catania en Italia muestra que la vitamina D, que es conocida por su efecto fortalecedor de los huesos, también puede ayudar a reparar las fibras musculares cuando se consume con el aceite de oliva extra virgen; esta conclusión fue desarrollada porque al finalizar los estudios, los roedores sedentarios alimentados con una dieta rica en grasas provenientes del aceite de oliva extra virgen combinado con vitamina D, aumentó el grosos de sus fibras musculares.
En ambos casos (un grupo que consumió una dieta rica en grasas de diversas fuentes y un grupo que consumió una dieta con el combinado vitamina D+aceite de oliva), las ratas aumentaron el grosor de la fibra muscular, pero los científicos también encontraron que las ratas alimentadas con una dieta rica en grasa (sin vitamina D) durante las 10 semanas de prueba sufrieron un deterioro en las fibras musculares; este grupo también mostró niveles significativamente más altos de la molécula inflamatoria de interleuquina-1 beta (IL-1B) y redujo drásticamente los niveles de factor de crecimiento de la insulina-1 (IGF-1).
Se sabe que los niveles más bajos de señalización de IGF-1 reducen la síntesis de proteína muscular, sin embargo, la vitamina D pareció prevenir este daño muscular en las ratas que añadieron aceite de oliva con vitamina D. El espesor de la fibra muscular en este grupo fue similar al grupo de control que no se suplementó y siguió una dieta regular, pero la vitamina D mostró una acción trófica en las fibras musculares, no solo en ratas alimentadas con dieta regular, sino también en el caso de una dieta que imita la dieta mediterránea, comentó el investigador principal, el profesor Giuseppe Musumeci, director del proyecto.
La dieta grasa occidental puede afectar el metabolismo muscular y crear una base para el daño muscular posterior. La sarcopenia, que es la pérdida de masa muscular esquelética vinculada con el envejecimiento, es una afección común en las personas muy adultas; investigaciones anteriores han sugerido que la sarcopenia puede estar asociada con la obesidad y que la deficiencia de vitamina D está relacionada con sarcopenia, fragilidad y caídas en personas de tercera edad.
Ahora bien, los hallazgos del estudio pueden justificar nuevas investigaciones ya que sugieren que una combinación de vitamina D, el consumo de grasas saludables (como el ácido oleico graso monoinsaturado) y evitar las grasas saturadas podrían ayudar a retrasar el progreso de la sarcopenia, apoyando la hipótesis de que la relación entre el músculo y el tejido adiposo comienza antes que la obesidad y que podemos modificar el metabolismo muscular con una intervención dietética.
Sin embargo, esta es una investigación preliminar, y se necesitan más estudios para fortalecer y confirmar los datos del estudio, según los científicos; sin embargo, al final del período de prueba, los investigadores que evaluaron el grosor de la fibra muscular y otros biomarcadores de inflamación y síntesis muscular, incluidos IL-1B e IGF-1, así como expresión del receptor de la vitamina D, dieron una significancia especial a la combinación de vitamina D con aceite de oliva.
El efecto pleiotrópico de la vitamina D
La vitamina D es ampliamente reconocida por tener propiedades antiinflamatorias; un efecto demostrado aquí por niveles más bajos de IL-1B de citoquina inflamatoria mostrada por las ratas suplementadas con vitamina D con aceite de oliva, en comparación con animales con dieta alta en grasas y no suplementados.
Esta prueba también se sumó a hallazgos previos que sugieren que la vitamina D puede desempeñar un papel en la estimulación de la recuperación muscular, reparación y proliferación muscular, a través del aumento de la expresión de receptores de vitamina D en el músculo esquelético.
La expresión del gen Dickkopf-1 (DKK-1), que puede estar regulada por la vitamina D, parece estar involucrada en el mecanismo de acción, sugirieron los investigadores. En este estudio, la expresión de Dickkopf-1 (DKK-1) se correlacionó directamente con el perímetro de la fibra muscular y la expresión de VDR y, lo más importante, con la suplementación de vitamina D en la dieta, sin diferencias atribuibles a diferentes grasas.
Por lo tanto, al comparar los diferentes perfiles dietéticos, podemos concluir que la suplementación de vitamina D causa hipertrofia de la fibra muscular tanto en la dieta regular como con grasas buenas como el aceite de oliva en forma mejorada, probablemente a través de una vía que involucra al factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1).