Un “paquete de seis”, por supuesto, no es un término científico aunque se lo conoce en el colectivo como “six-pack”. Lo que realmente se refiere es el recto abdominal, o la banda externa del músculo del estómago que conecta la caja torácica con la pelvis; por lo general, las personas con músculos rectos abdominales visibles también tienen músculos oblicuos externos visibles, o aquellos que se envuelven alrededor de los lados.
Pero el core o núcleo como un todo también involucra músculos invisibles como el abdominis transverso más profundo y músculos menos celebrados como los que están en la espalda. Todos juntos son fundamentales para los movimientos diarios, como pararse y sentarse, llevar alimentos y subir las escaleras, cita Walter Thompson, presidente del American College of Sports Medicine; el referente científico añade que “si se quita la cabeza, los brazos, las piernas y la pelvis, todo lo demás es el core”. En fin todas las partes juntas deben estar en equilibrio y brindar estabilidad al cuerpo.
Un core fuerte también es clave en las lesiones y la prevención del dolor lumbar; es un signo de buena salud cuando se tiene ese estómago plano; no hablamos de tener un estómago perfecto en absoluto … pero tener un core fuerte es clave para la salud de la espalda, para la salud en general, para ser funcional. En realidad, ver ese core fuerte también requiere bajos niveles de grasa corporal, lo que generalmente se relaciona con una mejor salud; el exceso de grasa corporal es uno de los principales impulsores de los problemas de salud, como la inflamación, el cáncer y la diabetes, además del sobrepeso.
Sin embargo, muchas personas codician un six-pack más por su estética que por su función o sus implicaciones para la salud, una apelación que se remonta al tiempo de Jack LaLanne, conocido como el “Padrino del Fitness”, en la década de 1950, antes de que aparecieran Jane Fonda y Richard Simmons, como íconos del fitness entre las celebridades.
Pero un estómago plano puntuado con ondas es posiblemente aún más valioso en estos días, ya que la estructura sedentaria de la vida moderna hace que sea mucho más difícil de lograr, teorizan los científicos. Tener un six-pack da la percepción del trabajo duro que se necesita para lograrlo y, ciertamente muestra un esfuerzo y diligencia tanto para el entrenamiento como para seguir una dieta equilibrada.
Entonces, ¿qué tan difícil es, realmente llegar a tener un six-pack?
En cierto nivel, todos pueden tener un six-pack, o al menos un core fuerte y un vientre plano, ya que, al igual que los rostros, los músculos rectos del abdomen de dos personas no se parecen. Para algunas personas podría ser un paquete de cuatro, algunas personas de ocho, algunas personas tienen una línea y, para algunas personas es simplemente un estómago plano; de todos modos, todo el mundo tiene abdominales.
Revelarlos significa tomar decisiones sobre la dieta y el entrenamiento que fortalecen esos músculos y reducen la grasa corporal, así como la hinchazón que los cubre. En su mayoría, eso significa comer alimentos sin procesar y mover el cuerpo tanto como sea posible; sin embargo, la individualidad biológica hace que para algunas personas esto sea realmente un desafío tremendo, mientras para otras las cosas se pueden poner moderamente simples.
La gran mayoría de nosotros tiene que considerar otros factores que influyen en cuán factible es un estómago cincelado con un six-pack; una de las claves es la edad, ya que, a mayor edad, es más probable que se haya acumulado grasa corporal que cubra esos músculos. Otro factor es el género, porque las mujeres tienden a tener más dificultades para “encontrar” sus músculos abdominales, ya que naturalmente llevan más grasa corporal o mantengan la piel suelta alrededor del vientre después del embarazo; lo mismo pasa para las personas que han perdida un peso significativo, pues lo único que no se puede manejar es la piel suelta.
No obstante, uno de los factores más influyentes en cuanto a lograr el six-pack es el esfuerzo que se debe poner para lograrlo. Las compensaciones vienen gracias al entorno de la propia vida, regulando el estrés, durmiendo bien, lograr una buena recuperación en el post-entrenamiento y por supuesto, aprovechar la alimentación y suplementación natural dentro del plan nutricional.
En algunos casos, tener la misión de llegar al six-pack puede ser poco saludable si, por ejemplo, no se come suficiente comida o suficiente variedad de alimentos, o se sacrifica la salud mental evitando compromisos sociales o actividades que producen felicidad, por así decirlo. Por otro lado, reducir al máximo la grasa corporal también conlleva algunos problemas como la falta de energía, desequilibrios hormonales, dificultades óseas o algunos inconvenientes con el sistema cardiovascular en ciertos casos; por otro lado, mantener niveles saludables de grasa corporal puede no hacer que surja el six-pack… bueno todo es cuestión de equilibrio y ese es el punto de inflexión para llegar al éxito o no.
Fuente
- Anna Medaris Miller, Professional Trainer and Health-Wellness editor in US News: The Physiology of a Six Pack