Si estás metido de lleno en el mundo del fitness, seas nuevo o ya un veterano en toda regla probablemente hayas escuchado alguna que otra vez que hay que tener cuidado con el consumo de proteína, ya que podría producir daño renal.
Tenemos bastante claro algunos de los beneficios de la ingesta de proteína como por ejemplo una mejor recuperación tras el entrenamiento (y hasta cierto punto nos ayudará a mantener o a ganar masa muscular, dependiendo también de la ingesta calórica, pero es imprescindible aportar una cantidad de proteína adecuada), un mayor efecto térmico (la proteína es el macronutriente que más energía libera a la hora de procesarlo), mayor sensación de saciedad lo que puede ser muy útil durante una etapa de definición entre otros muchos beneficios (no sólo en relación a lo que es la mejora de la composición corporal, sino que también nos ayudará a mejorar nuestra salud).
A pesar de todos estos beneficios, durante mucho tiempo se ha repetido una y otra vez que no se debe consumir cantidades elevadas de proteína ya que podría causar daño renal, entendiendo que dicha cantidad variaba bastante.
Es decir, había personas que decían (y siguen diciendo a día de hoy) que consumir más de 0.8g/kg de peso de proteína podría producir daño renal, cuando sabemos a día de hoy que esta recomendación no es muy acertada ya que es una cantidad insuficiente.
En cambio, otras personas aseguraban que no se debería consumir más de 1.4g/kg de peso, otras 2g/kg de peso, otras 3g … es decir, según la persona y la fuente de información se recomendaba una cantidad de proteína máxima que no se debería superar ya que podría ser perjudicial.
Recientemente, ha salido a la luz una investigación reciente que trata de arrojar más luz a este tema, los investigadores analizaron diferentes estudios ya disponibles para llegar a la conclusión de que las dietas altas en proteína no son perjudiciales para el riñón.
Es cierto que una dieta alta en proteína estaba relacionada con un aumento en la filtración glomerular (un marcador que se utiliza para valorar el estado de la “función renal”), pero cuando se comparaba con los efectos de las otras dietas (más bajas en proteína) no se encontraron diferencias.
Es decir, según los propios investigadores, aunque efectivamente una dieta alta en proteína resulta en un aumento de la filtración glomerular, ellos mismos destacan que una mayor ingesta de proteína no afecta negativamente a la función renal, por lo que no existe realmente el daño renal.
¿Entonces cuánta más proteína mejor?
No, llegado cierto punto aumentar la ingesta de proteína no supondrá más beneficios (mejor recuperación, mayor ganancia de masa muscular, etc…) por lo que en mi opinión es recomendable quedarse en un rango de entre 1.5 y 2.4g/kg de peso, dependiendo de la persona y el objetivo, hay que tener en cuenta que un consumo elevado de proteína sí puede desplazar el consumo de otros alimentos importantes, la proteína no dañará tu riñón pero es importante que tu dieta esté bien planificada.
Referencias: