El 2019 podría ser el año en que la fibra se ponga de moda a medida que los consumidores aprenden más sobre la salud intestinal y el control del peso, según un proveedor líder de ingredientes. Para algunos investigadores “el futuro de la fibra es brillante” y las marcas deben aprovechar la oportunidad con el enriquecimiento de productos.
Con la ciencia en expansión detrás de la fibra y su influencia en el microbioma, y los nuevos y emocionantes beneficios como la salud ósea, los beneficios potenciales relacionados con la inmunidad e incluso una posible correlación entre la salud intestinal y el cerebro, la mayoría de las personas empiezan a fijarse además de sus proteínas, en la famosa “fibra”.
Se ha encontrado que los consumidores de todas las edades y de todas las regiones desean aumentar su ingesta de fibra, pero la motivación para esto difiere dependiendo de la edad del consumidor. Los consumidores más jóvenes buscan fibra para obtener beneficios de control de peso, mientras que los consumidores mayores tienden a buscar beneficios para la salud digestiva; también reconocen los beneficios de control de peso, como la sensación de saciedad y la respuesta glucémica entre los deportistas y aficionados al fitness o el culturismo.
Además, se citan en varias investigaciones que los consumidores también son cada vez más conscientes de sus ingestas diarias recomendadas y de sus deficiencias generalizadas. Las ingestas de fibra en Europa son preocupantemente bajas, lo cual es un importante objetivo propio para la salud pública, ya que los expertos coinciden en que es uno de los nutrientes más beneficiosos que las personas pueden agregar a su dieta.
Varios estudios de mercado muestran que casi la mitad (44%) de los consumidores en Europa quieren agregar más fibra a su dieta. En el Reino Unido, el mayor contribuyente al consumo de fibra en todas las edades son los cereales y los productos de cereales (que contribuyen a alrededor del 40% del consumo diario de fibra), seguidos por las verduras (30%) y las frutas (10%); el aumento de estos alimentos y los fabricantes que enriquecen otras categorías de alimentos con fibras pueden ser una forma de aumentar la fibra dietética en nuestras dietas. Es importante destacar que se debe incorporar una variedad de fibras en la dieta ya que las diferentes fibras brindan diferentes beneficios.
El microbioma intestinal
La popularidad de la fibra ha sido impulsada por el hecho de que las personas son más conscientes de la importancia de tener un intestino saludable; los consumidores no necesariamente entienden la diferencia entre los prebióticos y los probióticos, pero un porcentaje creciente de ellos reconoce que ambos son importantes para la salud intestinal y tienen una asociación generalmente positiva con ellos.
Un área emocionante y emergente de la ciencia en torno a la fibra es su potencial para modular la microbiota intestinal y el microbioma intestinal. Con los avances tecnológicos, el papel de la microbiota intestinal para varios beneficios para la salud, como el eje intestinal, la inmunidad y la función metabólica, se está volviendo claro para todos y no solo para los especialistas.
En términos de enriquecimiento por ejemplo: en el caso de los yogures con fibra añadida son cada vez más frecuentes; la asociación los yogures y la salud intestinal ya está bien establecida y la adición de fibra mejora no solo el aspecto comercial, sino de satisfacción garantizada
El intestino a menudo se denomina “el segundo cerebro” porque la composición de la microbiota intestinal de una persona, la comunidad de microorganismos que reside en el cuerpo, puede cambiar las señales que se envían desde el intestino al cerebro, lo que puede activar procesos en el sistema inmunológico y el sistema nervioso, además es influyente en cualquier plan de entrenamiento, ya sea para bajar de peso, definir o lograr la hipertrofia.
En fin, a pesar del creciente interés, durante el año que se inicia, las marcas aún deben trabajar para educar más a los consumidores con el fin de beneficiarse mejor de sus productos enriquecidos con fibra. Los productos que contienen al menos 3 g de fibra por 100 g o al menos 1,5 g por 100 kcal pueden incluir en sus etiquetas de “fuente de fibra”, y aquellos que contienen al menos 6 g de fibra por 100g o al menos 3 g por 100 kcal, añadirían “alta fuente de fibra”.