Cuando pasas de una mentalidad de llegar a tu e ir al gimnasio a una mentalidad de ir a tu casa y quedarte en casa, algunas cosas suceden en tu cuerpo; la buena noticia es que todos los factores son relativamente fáciles de revertir. Desde el tiempo de inactividad por lesiones a largo plazo hasta los días de descanso que se convierten accidentalmente en semanas de descanso, esto es lo que está sucediendo si has dejado de entrenar y esto es lo que debes hacer para volver a coger ritmo en poco tiempo.
1- Tu presión arterial aumenta
El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo y cuando has dejado de entrenar, tus vasos sanguíneos se endurecen y tu presión arterial aumentará; sin embargo, puedes recuperar la circulación y aumentar el flujo sanguíneo moviéndote a diario.
Algo es mejor que nada, así que trata de incorporar más actividad física a tu rutina diaria para reducir la presión arterial; si te sientes abrumado ante la idea de hacer ejercicio, deberías pensar ir a clases de yoga, natación, danza o ir a caminar/pedalear con amigos, tu pareja o tus hijos.
2- Tu capacidad cardiovascular disminuye
Conoces ese sentimiento: has dejado de entrenar durante un par de semanas y finalmente te motivas para hacer tu primera carrera para ir adaptándote al cardio. Lo único es que has corrido 500 mts y sientes que tu pecho va a explotar; esto sucede porque la capacidad de tu cuerpo para usar oxígeno disminuye cuando dejas de entrenar. Conocido como tu VO2 máximo (la cantidad máxima de oxígeno que puede ingresar a tu sistema), esto determina tu capacidad cardiovascular y qué tan bien puedes ejercitarte.
3 – Los músculos se debilitan
Si has dejado de entrenar con pesas, notarás una deflación significativa en tus músculos; si eres un culturista o atleta fitness que ha pasado demasiado tiempo en el sofá, perderás fuerza y tamaño en los músculos de tus miembros inferiores y superiores.
Lo que deberías usar a tu favor para quebrar este período es usar lo que se llama “memoria muscular”, que te ayudará a recuperar tu acondicionamiento físico y habilidades en poco tiempo, retomando tus entrenamientos con un progreso más rápido que cualquier principiante.
4 – Tu estado de ánimo recibe un golpe
Todos hemos sentido los efectos instantáneos de un refrescante baño, una carrera matutina o un paseo en bicicleta al aire libre; la actividad física nos hace más felices y menos estresados, llenando nuestro cuerpo de endorfinas para sentirnos bien. De hecho, si has dejado de entrenar reducirás tu calidad de vida; es como no seguir una prescripción médica cuando estás enfermo.
Si eres propenso a la ansiedad, moverte más puede ayudarte a activar tu respuesta de huir o pelear, una respuesta evolutiva a una amenaza o desafío percibido, haciendo que tu cuerpo sea más capaz de manejar una situación estresante cuando surja.
Cuanto más tiempo permanezcas inactivo, más difícil será recuperar tus ganancias musculares; cuanto más gruñón te vuelves, tus músculos se encogen y tu salud se ve afectada. Desde todo punto de vista, necesitarás movimiento humano natural, en un entorno natural, tanto como necesitarás comida y sueño, pues cuando dejas de hacerlo empieza la disfunción y cuando regresas empieza una nueva vida.