¿ Alguna vez has ido a un fisioterapeuta y te han dicho que tienes algo que hacer con tu hombro ? Tal vez el problema sea una tendinosis, o tal vez el profesional te diga que es postural; en cualquier caso, si te dicen que algo está pasando con los músculos del manguito rotador, necesitas fortalecerlos y por ello generalmente es recomendable algunos ejercicios con bandas elásticas, por ejemplo haciendo 3 series de 8 a 10 repeticiones para cada uno, pero ahora que parece clara la solución, suena lógico aumentar la fuerza de esos músculos ¿no?
En realidad los estabilizadores no son fuertes en el primer lugar, ni están destinados a serlos, y a menos que estén en una rehabilitación quirúrjica, entrenarlos con series y repeticiones para darles fuerza, sería una total pérdida de tiempo, y aunque mucha gente puede estar en desacuerdo con este concepto controversial, podemos explicar la función de los mismos y como entrenarlos adecuadamente para llegar a coincidir en este punto.
El papel de los músculos estabilizadores
Un error es pensar que nuestros músculos estabilizadores posturales trabajan a nivel reflejo; en sí, son músculos de anticipación, lo que significa que deben estar encendidos y en funcionamiento antes de que realmente se produzcan algún movimiento. De hecho, deberían estar moviéndose antes de incluso pensar en estar en movimiento y esto es diferente a los motores primarios; el problema se centra en que los atletas tienden a asociar la estabilidad con la fuerza, cuando en realidad, la fuerza de trabajo no representa en absoluto la estabilidad.
Esta naturaleza reflexiva es cierta para todos los estabilizadores posturales, pero para que sea sencillo, nos centraremos en los músculos del manguito rotador antes mencionados a fin de tener un buen ejemplo; estos músculos se necesitan para mover algunos músculos primarios incluidos los deltoides, por tanto es mejor estabilizarlo para permitir a los motores primarios más grandes como los brazos trabajen mejor en torno a su eje, y para esto se necesita estabilidad y control motor.
El problema con la palabra “estabilidad”
Parece que la estabilidad es una nueva palabra de moda, y siempre que se utiliza nunca queda completamente entendida; simplemente la activación y el fortalecimiento de los músculos posturales, no significa que van a empezar a trabajar a nivel reflexivo. Esto significa que se puede tener un manguito rotado increíblemente fuerte, pero si es lento para trabajar, el que entrena con pesas, recibirá un estímulo que viene con dolores y disfunción, y que se está perdiendo energíá para fortalecerlo, cuando en realidad se necesita de más estabilidad.
Los líderes en fisioterapia y forma física vinculan la estabilidad con el término “control motor”, por todas las razones que mencionamos; este término es apropiado para las personas que por ejemplo piensan en estabilidad usando entrenos isométricos o de fuerza estática, en lugar de trabajar el movimiento y la funcionalidad. La otra razón para comprender que la estabilidad y el control motor están en constantes cambios es que las posiciones son diversas y que necesitamos centrarnos en ambos, descubriendo que patrón es disfuncional y como es el más débil, saber como intervenir al respecto.
Las causas más comunes que afectan negativamente el control motor incluyen el estado sedentario o la falta de condición física, una lesión anterior, inestabilidad o deformidad estructural, una predisposición a la hipermovilidad (las articulaciones no se comunican tan fuerte con los músculos), o incluso un enfoque mental pobre, por ello se deben saber algunas cosas hablando de estabilizadores.
Como se entrenan los estabilizadores
La mejor manera de entrenalos es hacerlo de una manera que impulse nuestros reflejos mediante la tracción o la compresión.
- La tracción se puede hacer simplemente sosteniendo algo pesado.
- La compresión se produce por ejemplo al levantar el cuerpo.
La tercera manera es entrenar el movimiento apropiado, y esto se desarrolla al trabajar el movimiento que se necesita para dar funcionalidad a un cierto patrón que es disfuncional, recordando que los movimientos de los estabilizadores son anticipatorios y de reflejo conducido, y por ello deben ser entrenados como tal. La programación del movimiento motor adecuada es clave y hará la diferencia para determinar si el cuerpo está preparado para evitar las lesiones o es resistente a un entorno intenso dentro de un entreno de grandes músculos.
Fuente
- Breaking Muscle, Cassie Dionne Reviews: The Truth About Training Your Stabilisers