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Hemos hablado de la glutamina para los músculos, para el transporte de nutrientes, como tampón de la acidez, pero, ¿para el sistema inmunológico?.
La glutamina es un aminoácido utilizado en la síntesis de proteínas y, por lo tanto, apoya la producción de músculos, también apoya y regula el sistema inmunológico, es una fuente alternativa de combustible para el cerebro, además de regular el sistema dietético.
¿Porqué influye en el sistema inmunológico?
Los investigadores sugieren que la glutamina es el aminoácido más importante para el culturista porque proporciona un componente en el metabolismo muscular y el soporte celular que no comparte ningún otro aminoácido.
Los mamíferos, en particular, hemos desarrollado vías bioquímicas y metabólicas para controlar la infección por patógenos.
- Esto lo hacemos al aumentar el catabolismo de aminoácidos ayudar a las respuestas inmunes.
- En este caso se va restringiendo así la disponibilidad de nutrientes que contienen nitrógeno a los microorganismos invasores.
Este mecanismo evolutivo también se vuelve ventajoso para el huésped para controlar sus propias respuestas inflamatorias a las infecciones.
Entre los 20 aminoácidos detallados en el código genético, la glutamina proporciona el mejor ejemplo de la versatilidad del metabolismo de los aminoácidos y la función inmune.
¿Cómo funciona la glutamina aquí?
Es el aminoácido más abundante y versátil en el cuerpo, y es de importancia fundamental para el metabolismo intermediario.
Además sirve para el intercambio de nitrógeno interorganizado a través del transporte de amoníaco (NH3) entre los tejidos y la homeostasis del pH.
En casi todas las células, la glutamina se puede usar como sustrato para la síntesis de nucleótidos (purinas, pirimidinas y amino azúcares), nicotinamida adenina dinucleótido fosfato (NADPH), antioxidantes y muchas otras vías biosintéticas involucradas en el mantenimiento de la integridad y función celular.
La mayoría de las células en el cuerpo funcionan con un constante recambio y / o suministro de nutrientes, sin embargo, las células del sistema inmunológico con frecuencia tienen que funcionar bajo microambientes restringidos por nutrientes
Aunque la glucosa es un metabolito vital, y el principal combustible para una gran cantidad de células en el cuerpo, las células del sistema inmunológico como los linfocitos, los neutrófilos y los macrófagos, utilizan glutamina a altas tasas similares o mayores que la glucosa en condiciones catabólicas.
Las condiciones catabólicas pueden ser sepsis, recuperación de quemaduras o cirugía, y desnutrición, así como ejercicio físico de alta intensidad o volumen.
¿Qué dice la ciencia independiente?
Esta teoría fue confirmada experimentalmente por primera vez en la década de 1980 por el laboratorio de Eric Newsholme (1935–2011), el cual es aceptado ampliamente.
Es el origen de hipótesis y evidencia para el concepto de “inmunometabolismo” que fue aprobado en la Universidad de Oxford, y posteriormente extendido al mundo.
Por esta razón, se considera como un “combustible para el sistema inmunológico” y por ende puede afectar la función de las células inmunes.
Por otro lado, la glutamina se suministra rutinariamente como un componente de la suplementación de nutrición clínica para pacientes pre y postoperatorios, y también para muchos atletas de élite para restaurar las funciones inmunes.
La baja concentración de glutamina en los tejidos humanos afecta a todo el cuerpo, ya que este aminoácido proporciona átomos de nitrógeno para la síntesis de purinas, pirimidinas y azúcares amino.
Si se da una alta degradación de glutamina en estos tejidos y esto persiste, una gran cantidad de vías metabólicas y mecanismos que dependen de la disponibilidad de glutamina se ven afectados, lo que resulta en inmunosupresión.
Fuente
- Nutrients – 2018: Glutamine: Metabolism and Immune Function, Supplementation and Clinical Translation