El estrés y el nivel socioeconómico en los seres humanos confieren una mayor vulnerabilidad a la morbilidad y la mortalidad, sin embargo, esta asociación no se entiende mecánicamente ni se ha explorado su causalidad en modelos animales hasta ahora. Recientemente, se ha sugerido la senescencia celular como un mecanismo potencial que vincula el estrés de por vida con las enfermedades relacionadas con la edad y la esperanza de vida más corta en los seres humanos.
Vivir en ciertas sociedades, pero también como una parte subordinada en una relación insalubre, incluso en con un nivel económico alto e íntima en relación a la pareja o familia, significa vivir con estrés crónico. Y ese estrés, ahora sabemos por estudios y estadísticas, acorta la esperanza de vida. ¿Cómo exactamente?
Biólogos de la Universidad de Minnesota publicaron un estudio en animales en la revista Aging Cell durante este año que proporciona cierta claridad sobre la relación entre el estrés y la esperanza de vida. Aquí, se establece un papel causal para el estrés social de por vida en acortar la esperanza de vida y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
¿ Como trabaja el estrés sobre la esperanza de vida ?
Específicamente, los científicos desarrollaron un modelo de estrés psicosocial crónico de por vida en el cual el comportamiento agresivo de un ratón macho se usó para estudiar el impacto de las confrontaciones sociales negativas en el período de vida. En este caso, los ratones C57BL / 6J identificados mediante análisis de agrupamiento imparcial por sus niveles de estrés, fueron analizados según un criterio específico, tanto de sus vidas emocionales como la presencia de senescencia celular, relacionada a varias patologías de órganos.
Los investigadores juntaron los ratones de laboratorio machos y observaron su interacción; al igual que con los seres humanos, algunos ratones de laboratorio que eran “perdedores”, extrajeron la paja más corta en las interacciones, y algunos que eran “ganadores” sabían cómo trabajar ellos mismos en la jerarquía. Cuando los investigadores identificaron a los verdaderos perdedores y ganadores, juntaron a los pares; cada par consistía en un ratón “perdedor” (subordinado) y un “ganador” (dominante).
Los ratones podían ver, oler y oírse, pero estaban separados por una barrera; lo interesante fue observar que la mera presencia de un ratón dominante induce al estrés en un ratón subordinado, imitando el efecto del estrés de por vida. Críticamente, los ratones subordinados desarrollaron lesiones ateroscleróticas espontáneas en etapa temprana de los senos aórticos caracterizados por infiltración significativa de células inmunitarias y rotura y calcificación esporádica, ninguna de las cuales se encontró en ratones dominantes.
- Cuando los investigadores estudiaron vasos sanguíneos importantes en el corazón de los ratones bajo el microscopio, observaron más signos de arteriosclerosis en ratones subordinados que en los animales dominantes.
- Al mismo tiempo, los investigadores encontraron un tejido cicatricial en el músculo cardíaco de los ratones subordinados, y muy poco en los dominantes. Esto significa que los corazones de los ratones subordinados envejecieron más rápido.
- Además, los investigadores encontraron marcadores de inflamación en numerosos sitios en el cuerpo de los ratones subordinados, produciendo también más hormonas de estrés.
En conclusión, se presentó aquí el primer modelo de roedor (emulado al ser humano) para estudiar y diseccionar mecánicamente el impacto del estrés crónico en la vida y las enfermedades por causa del envejecimiento. Estos datos resaltan un papel conservado para el estrés social y el bajo estatus social en el acortamiento de la vida y el aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares en mamíferos, identificando un posible vínculo mecanicista para este complejo fenómeno.
Luego, los investigadores analizaron la edad de los ratones, resultando en que los ratones subordinados vivieron menos que los ratones dominantes en todos los casos. En fin, se sabe que las personas que viven en un ambiente peor, tienen más estrés que las que viven cómodamente o en su hábitat de confort, pero nunca se ha replicado en ningún modelo animal matemático, el mecanismo de la asociación entre el estrés, el envejecimiento y la supervivencia, lo cual es fenomenal de exponer.
Fuente
- Aging Cell Research: Social stress shortens lifespan in mice