El entrenamiento hasta el fallo muscular es un tema recurrente en el mundo del fitness, de hecho ya lo hemos mencionado y es algo que hemos tocado por encima en alguna ocasión, dejando claro que en la mayoría de las ocasiones no es necesario realizarlo.
Es decir, en base a los estudios que tenemos disponibles hasta día de hoy, el entrenamiento hasta el fallo muscular no ha demostrado realmente ser efectivo, como consecuencia se acumula mucha fatiga pero realmente no se gana tanto músculo como se cree.
Hay que matizar, debido a que es un dato importante, que la gran mayoría de esos estudios fueron realizados en personas con poca experiencia en el entrenamiento, y es realmente lógico que las personas que acaban de empezar en el gimnasio, no se beneficien realmente del entrenamiento hasta el fallo muscular, por lo que en ocasiones se ha dicho que este tipo de “estrategias” es más útil en personas avanzadas.
Recientemente se ha publicado un estudio (1) que muestra unos resultados más que interesantes, se recluto a un grupo de jugadores de fútbol americano, con una experiencia media de más de 8 años de entrenamiento, por lo que se consideran personas avanzadas y con un buen nivel de rendimiento.
Se dividió de forma aleatorizada a los participantes en dos grupos, los programas de entrenamiento fueron prácticamente iguales salvo una diferencia: un grupo siempre tenía que entrenar a la máxima intensidad y la última serie de cada ejercicio se realizaría hasta el fallo, mientras que el otro grupo entrenaría de una forma algo más “conservadora”, utilizando unas cargas que comprendían entre el 65 y el 92.5%.
Los resultados del estudio en mi opinión son más que interesantes, y más teniendo en cuenta que eran personas avanzadas, el grupo que entreno hasta el fallo en la última serie de cada ejercicio tuvo peores resultados.
Aunque es cierto y es importante destacar que las diferencias no fueron muy grandes y significativas, sí que se puede observar que el grupo que entreno hasta el fallo muscular tuvo peores resultados, observándose una mayor ganancia de masa muscular y fuerza en el grupo que tuvo un enfoque más conservador.
Además de todo esto, el grupo que realizo el entrenamiento hasta el fallo muscular también reporto una mayor sensación de esfuerzo en el entrenamiento y un mayor cansancio.
Por lo que según lo que hemos podido observar en base a los resultados de este estudio, sacamos en claro que el entrenamiento hasta el fallo muscular no parece ser realmente útil o una estrategia a tener demasiado en cuenta, incluso en personas avanzadas o con más experiencia en el entrenamiento.
Hay que tener en cuenta que con este tipo de técnicas se alcanzan unos niveles de fatiga mucho mayores, se empeora la recuperación y simplemente estamos realizando ejercicios por realizar, con una técnica mucho peor y que no se traducirá en una mayor ganancia de masa muscular.
Por supuesto, esto no quiere decir que no tengamos que entrenar duro e intenso, por supuesto que no, no hay que ser extremista, tenemos que ajustar la carga de trabajo en el gimnasio según nuestras necesidades y objetivos, si nos pasamos de largo, no recuperaremos de forma adecuada y tendremos menos resultados, pero si no entrenamos lo suficiente, no provocaremos el estímulo necesario para mejorar, por lo que es necesario ajustar la dosis.
Referencias: