Si alguna vez hubo un espíritu indomable dentro del culturismo, sería del Rey Ronnie Coleman, el G.O.A.T., 8 veces Mr. Olympia.
Después de sus victorias consecutivas en Las Vegas, se aseguró de regresar en 2007, ocupando un respetable cuarto lugar, antes de retirarse de la competición activa, pero aunque haya dejado el escenario, nunca dejó de entrenar con la intensidad de los mejores del mundo.
Su línea de suplementos Ronnie Coleman Signature Series ha despegado desde entonces, llegando a cientos de miles de consumidores y grandes multitudes en cientos de ferias. Ahora bien, con respecto a sus fanáticos, estableció el estándar sobre cómo tratar a sus fieles amigos, aficionados y obsecionados por este deporte que todos amamos.
Junto con Jay Cutler, Ronnie Coleman es el tipo de campeón que se asegura de tratar a los fieles del deporte con el mayor respeto. No se trata de trucos o de sonreír solo para las cámaras, sino de dar todo de sí para seguir manteniéndose entre los grandes, además se ganó un gran respeto por parte de sus pares de todas las épocas y de la nueva era del culturismo, hasta la actualidad.
Dicho esto, muchos calificaron su entrenamiento de innecesario, ya que se esforzó por superar los ejercicios que estaban mucho más dentro de la línea del powerlifting que dentro del culturismo. No obstante, Ronnie Coleman hizo las cosas a su manera e incluso en su reciente documental exitoso, The Big Ron, citaba que si podía retroceder en el tiempo y hacer todo de nuevo, no cambiaría nada.
El hecho es que, cada vez que un culturista afirmaba ser el más fuerte, desde Johnnie Jackson hasta Ben White, Ronnie Coleman sentía la necesidad de conmocionar al mundo, llevando a cabo su gran peso muerto, su gran press de banca y sus grandes sentadillas, durante la preparación para un espectáculo, lo que dejaban a la gente y hasta a los atletas atónitos.
Se trataba de redes pre-sociales, en un momento en que las compañías de suplementos todavía estaban empleando anuncios falsos en las revistas impresas, las cuales eran las principales fuentes de información sobre culturismo y fitness. Hablamos de esto porque para las personas que no compraban DVDs o revistas, no tenían idea de cuán fuerte era Ronnie Coleman.
Hoy en día, muchos descubren que “No ha habido nadie como The Big Ron” y es probable que no haya otra vez alguno como él.
¿Cual fue el objetivo de Ronnie Coleman?
La verdad es que el culturismo no se trata de levantar objetos pesados; este es un deporte basado en el físico, no basado en la fuerza. Los hombres pueden lograr una densidad muscular increíble a través de una combinación de nutrición saludable, entrenamiento sensato y suplementación, aunque los hábitos también entran en juego.
Muchos afirmarán que un músculo gigante y denso es singularmente atribuible a levantar pesas pesadas durante un largo período de tiempo. Esa teoría puede o no ser cierta, pero muchos culturistas que parecen ser fuertes como las uñas, realmente tienen una fuerza bastante promedio; en muchos sentidos, es una ilusión, y es altamente comercializable y muy eficaz cuando se trata de vender productos, accesorios y asesorías. Entonces, ¿por qué Ronnie Coleman sintió la necesidad de levantar tanto, de sorprender a la gente tanto como él?
La verdad es que, como mencionamos anteriormente, las redes sociales eran solo una fracción de lo que son hoy. El Rey también entrenó en un sofocante gimnasio en Arlington, TX; no estaba en la Meca ni en algún gimnasio hipster y, si bien algunos de estos ejercicios pudieron haber sido capturados en DVD o sesiones de fotos selectas, la gran mayoría de las veces, estamos seguros de que solo fueron Ronnie, Brian Dobson y tal vez de 3 a 5 clientes habituales del gimnasio.
El punto es que Ronnie Coleman no buscaba impresionar, ni siquiera impresionar a nadie, pues sus raíces estaban en el powerlifting y esto le sirvió para hacer una espectacular carrera dentro del culturismo.
¿Existen límites para Ronnie Coleman?
La semana pasada, se sometió a una cirugía de cadera de emergencia. Según su IG oficial, una de las primeras cosas que tenía en mente, una vez recuperado, era volver a trabajar las piernas. Y, si eso no significa “dedicación” que esta leyenda tiene para trabajar con los hierros, no sabemos que podría significar.
Algunos podrían decir que su obsesión con los hierros desafía todo sentido de la lógica; lo podrían llamar irracional por su compromiso con el entrenamiento, pero ¿y qué?. Esta es la vida que ama y mientras está vivo, ¿por qué no vivir la vida según sys propios términos?… en este sentido, la verdad es que Ronnie Coleman nunca abandonó el culturismo.