Un estudio desarrollado en el Reino Unido sobre la actividad cardiovascular cita que el consumo de EPA y DHA en dosis tan bajas como 0,7 gramos diarios puede producir reducciones clínicamente significativas en la presión arterial sistólica; si bien esto era una presunción de acuerdo a las conclusiones de estudios anteriores que fueron diversos y generales para los Ácidos Grasos Omega-3, es un estudio interesante por su radio de acción. Después de trabajar con 312 hombres y mujeres sanos que consumieron el suplemento durante ocho semanas, se pudo mostrar que hubo una reducción de 5,20 mmHg en la presión arterial sistólica con 0,7 g de EPA + DHA diarios, mientras con una dosis de 1,8 g se produjo una reducción de 5,3 mmHG. El hallazgo principal es que esto se consigue con el consumo de 2-3 porciones de pescado graso por semana, o 2 cápsulas de aceite de pescado por día, lo que puede ser relevante para millones de personas. En este caso, una reducción en este rango significa bajar en un 20% las posibilidades de riesgos de enfermedades cardiovasculares en edad adulta, según los investigadores de las universidades de East Anglia, Reading, Berkshire, Southampton, Glaswow y Newcastle, que fueron los involucrados en este mega estudio publicado en el Journal of Nutrition. Al comentar de forma independiente, el vicepresidente para asuntos regulatorios y científicos de la Organización Mundial de la Salud, nos cita que los resultados de este estudio proporcionan una prueba más de los beneficios cardiovasculares del aceite de pescado; si bien este ensayo se centró en la hipertensión sistólica, el año pasado, un meta-análisis encargado por la industria de la suplementación, encontró que el EPA + DHA disminuye la presión arterial sístólica (4,5 mm Hg) y diastólica (3,0 mm Hg). En este caso aunque la FDA de Estados Unidos aún lo pone en revisión, este estudio es una gran evidencia para comparar los análisis anteriores, lo que es muy positivo para vincular el Omega-3 y la reducción de presión arterial de forma general. Otras investigaciones ya demostraron mediante evidencias clave que las dietas ricas en omega-3 reduce los niveles de triglicéridos y otros marcadores cardiovasculares, aunque existe estudios que refutan algunos hallazgos. Los estudios han usado generalmente aceites de pescados como fuente de Ácidos Grasos Omega-3, aunque las fuentes vegetales de Ácidos Alfa-Linolénico (ALA) podrían tener beneficios similares aunque menores; por ahora los aceites con ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) son los que demuestran esta propiedad específica. En función a todo lo demostrado podemos citar que el Omega-3 y la reducción de presión arterial están vinculada definitivamente, así como también lo están los niveles de triglicéridos, la coagulación de la sangre, regular los latidos del corazón, y por otra parte mejorar la memoria y proteger el sistema músculo-articular, entre otros beneficios entre ellos poder entrenar mejor.
El Omega-3, la reducción de presión arterial y el entreno
Sabemos que la genética juega un papel importante en la vascularización y aunque algunas personas tienen vasos sanguíneos que son profundos en los músculos y que impiden una vascularización superior, otros pueden mejorar su capacidad de vascularización por tener vasos sanguíneos preparados para ello, pero para lograr un rendimiento superior se puede usar además de las proteínas, fuentes de Omega-3 y suplementos que permiten tener un mejor acondicionamiento del sistema cardiovascular y de circulación de sangre. Un sistema cardiovascular sirve cinco funciones importantes durante un entreno;
- Suministra oxígeno a los músculos que trabajan
- Oxigena la sangre para devolver a los pulmones
- Tansporta el calor (un subproducto de la actividad) desde el núcleo a la piel
- Proporciona nutrientes y combustible a los tejidos activos
- Transporta hormonas
El entreno coloca una mayor demanda sobre el sistema cardiovascular, porque la demanda de oxígeno por los músculos aumenta bruscamente; en este caso, los procesos metabólicos se aceleran y se crea más residuos, más nutrientes se usan y la temperatura corporal se eleva. Entonces, para llevar a cabo el proceso, se puede tomar Ácidos Grasos Omega-3 de modo a regular esos cambios y satisfacer la creciente demanda del cuerpo manteniendo el ritmo cardíaco, el flujo de sangre y la presión sanguínea.
Fuentes
- Nutra Ingredients: Omega-3 may lead to “clinically meaningful” blood pressure reductions: Study
- Omega3 Movement Research: Omega-3 benefits in bodybuilding