Un estudio presentado en una reunión de la Sociedad Americana de Oncología sobre el ginseng evalúa su poder para mejorar la fatiga relacionada con las enfermedades o situaciones extremas; si bien el caso del ginseng americano (Panax quinquefolius) fue analizado en casos de cáncer, también puede servir para diversas circunstancias deportivas. La fatiga es algo que surge ante las incapacidades sea una enfermedad grave como el cáncer o durante un tratamiento de lesiones, donde se pasa por un tratamiento, lo que induce a tener preocupaciones, depresión, cambios de rutina o dolor, incluso en situaciones donde la radioterapia o la quimioterapia produce una caída en el número de glóbulos rojos.
En este estudio, tres centenas de personas que recibían diversos tratamientos para enfermedades, incluida el cáncer y otras anomalías como situaciones de lesiones demostraba al menos una fatiga moderada durante el proceso de recuperación. Para participar en el estudio, la fatiga no podría explicarse como una causa tratable como la anemia, pero en sí, los voluntarios tendrían que evaluar la fatiga como sus sensaciones que iban de niveles de 4 o más dentro de una escala de 10 puntos, de modo a saber como el ginseng ayuda a aliviar la fatiga durante la recuperación.
La mitad de las personas que fueron elegidas al azar para tomar dos cápsulas de 2,000 mg de un extracto de la planta raíz de ginseng americano antes del mediodía cada día deberían diferenciarse de la otra mitad, que tomó un placebo (cápsula de azúcar) que se parecía a una cápsula de ginseng. En este caso la clasificación de las investigaciones sobre la fatiga se midió antes de comenzar con el período de suplementación, además de ser medido después de 4 semanas y después de 8 semanas, utilizando una herramienta de evaluación (el inventario de síntomas de fatiga a nivel multidimensional).
Al desarrollarse el análisis de las comparaciones, se pudo notar que las personas que tomaron la suplementación con ginseng mejoraron las puntuaciones de fatiga (de alguna foma a las 4 semanas y mucho más a las 8 semanas). Aún así, las puntuaciones se duplicaban en un 200% entre los que tomaron el ginseng en contraste con los que tomaron el placebo en ambos momentos; en esta oportunidad se analizaron diferentes aspectos de la fatiga como la capacidad física y emocional, el vigor (resistencia), y el nivel de motivación para seguir las actividades diarias.
En realidad el ginseng solo alivió los aspectos físicos de la fatiga, incluso para los que se encontraban en proceso de recuperación muscular después de un período de sobre-entreno, los cuales experimentaron ciertos tipos de lesiones y debían pasar por un proceso de tratamiento para volver a entrenar. No obstante, el punto central de la investigación se basó en las personas débiles que tienen problemas con los tratamientos durante la recuperación de las enfermedades, incluidas el cáncer, por tanto se puede concluir que el ginseng ayuda a aliviar la fatiga durante la recuperación, acompañado de un estilo de vida saludable.
Fuente
- American Society of Clinical Oncology: Evaluation of american ginseng to improve cancer-related fatigue