Hasta ahora todo deportista era consciente de que realizar ejercicio en las últimas horas del día podía interferir negativamente en su descanso nocturno, ¿Pero qué hay de cierto en esto? En este artículo respondemos a esta importante cuestión.
¿Una creencia equivocada?
No podemos discutir el hecho de que la práctica regular de ejercicio físico es un pilar imprescindible para poder disfrutar de un óptimo estado de salud y bienesta, no obstante, siempre se ha advertido que realizar ejercicio físico en las últimas horas del día puede interferir de forma negativa con nuestro descanso nocturno, impidiéndonos conciliar el sueño de forma sencilla.
Si este hecho es un mito, no cabe duda de que es un mito fundamentado en hechos fisiológicos y comprobados acerca de los efectos del ejercicio físico sobre la liberación de neurotransmisores, sustancias que se producen en nuestro cerebro y que controlan multitud de procesos.
Son numerosos los neurotransmisores liberados durante la práctica de ejercicio físico y de forma posterior al mismo, pero cabe destacar la acción de dos de ellos:
- Endorfinas: Además de aumentar el umbral del dolor, son responsables de la sensación de euforia que causa el ejercicio físico intenso.
- Adrenalina: Es el neurotransmisor responsable de mantenernos en estado de alerta, aumenta la frecuencia cardíaca y la tensión arterial, además, permite mayores concentraciones de glucosa en sangre para que éstas sean utilizadas por el tejido muscular.
Debido a la acción de estos dos neurotransmisores siempre se ha creído que el ejercicio físico en las últimas horas del día podría ser contraproducente para disfrutar de un sueño reparador,
¿Pero realmente es así?
Las investigaciones que demuestran que el ejercicio nocturno te ayuda a descansar Las últimas investigaciones señalan que la hipótesis que hemos mencionado anteriormente es incierta, para aclarar este hecho vamos a fijarnos en dos estudios científicos:
- El primer estudio que mostraremos fue llevado a cabo por la Fundación Nacional del Sueño y empleó a 1000 sujetos. Sólo el 3 % de los deportistas que realizaban ejercicio en las últimas horas del día afirmó que dormía peor, por el contrario, la mayoría de las personas que se ejercitaban en las últimas 4 horas antes de acostarse afirmaron que disfrutaban de un buen descanso y que dormían mejor aquellos días que habían entrenado, aunque el entreno se realizara únicamente 1 hora antes de irse a dormir.
- El segundo estudio fue llevado a cabo por la Universidad de Carolina del Sur, donde los sujetos pedalearon en una bici estática durante 3 horas y se acostaron tan sólo 30 minutos después de haber finalizado el ejercicio físico, comprobando que no tuvieron problemas para conciliar el sueño.
Otros estudios manifiestan ampliamente que el ejercicio mejora el descanso nocturno, independientemente de la hora a la que se realice.