Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles, las personas que participan en actividades físicas de moderadas a intensas tienen la capacidad de frenar sus probabilidades de desarrollar glaucoma, protegiendo la visión. Los resultados de la investigación, presentados en la 121ª Reunión Anual de la Academia Estadounidense de Oftalmología, indican un descenso del 73% en la probabilidad de desarrollar la enfermedad entre los participantes físicamente activos, a diferencia de aquellos que no fueron tan activos.
El glaucoma es una de las principales causas de ceguera en todo el mundo; una vez que la enfermedad ha progresado, no se conoce una cura, con tratamientos que solo sirven para ralentizar su desarrollo. En estudios anteriores, las elecciones de estilo de vida no se correlacionaron con el desarrollo de glaucoma; con el inicio de estudios recientes, esta suposición ha sido refutada, y el estilo de vida de una persona ahora se tiene en cuenta con el desarrollo de la enfermedad, por lo cual la visión tiene un vínculo especial, sobre todo con la actividad física.
El equipo de investigación evaluó datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) con el fin de determinar la relación entre la intensidad del ejercicio y el glaucoma. Desde el NHANES, un estudio masivo que ha registrado el estado nutricional y de salud de adultos desde la década de 1960, los investigadores estudiaron esos datos para caracterizar la actividad moderada a intensa en términos de velocidad de caminata y la cantidad de pasos por minuto usando un podómetro; por cada siete mil pasos que se toman en un día, esto se consideró como proporcional a 30 minutos de actividad física moderada.
Protegiendo la visión, reduciendo el riesgo de glaucoma
Los resultados del estudio luego señalaron que por cada aumento de 10 unidades en la velocidad de caminata y el número de pasos realizados en un minuto, la probabilidad de desarrollo de glaucoma cayó un 6% y esto aún no fue significativo para proteger la visión; pero, por cada aumento de 10 minutos en actividad moderada a intensa por semana, el riesgo disminuyó en un 25%, lo que resulta muy significativo.
Esta investigación sugiere que no es solo el acto de hacer ejercicio lo que puede asociarse con un menor riesgo de glaucoma, sino que las personas que hacen ejercicio con mayor velocidad y más pasos para caminar o correr pueden incluso disminuir su riesgo de glaucoma en comparación con las personas que hacen ejercicio menores velocidades con menos pasos, siendo importante para la visión a largo plazo.
Si bien se han realizado estudios que muestran cómo el ejercicio afecta el flujo sanguíneo y la presión dentro del ojo, lo que puede correlacionarse con el riesgo de glaucoma. Estudios previos han indicado los beneficios del ejercicio en la protección contra otras afecciones oculares, como la degeneración macular húmeda relacionada con la edad y las cataratas, además todo se complementa perfectamente para dictar una conclusión sobre la visión y el ejercicio.
Las cataratas se definen como una opacidad de la lente en el ojo; esto puede afectar la visión y es muy común entre los adultos mayores. La degeneración macular húmeda, por otro lado, es una afección en la que los vasos anormales filtran líquido o sangre hacia la mácula, lo que causa pérdida de visión. Algunos síntomas de degeneración incluyen distorsiones visuales, manchas borrosas o áreas ciegas en su campo de visión y una sensación de confusión general.
El ejercicio regular también puede ayudar a controlar la diabetes, otro factor en el desarrollo del glaucoma y afectación de la visión. Además, junto con una dieta saludable, también se pueden controlar otros desencadenantes de la discapacidad visual, como la hipertensión y los niveles altos de colesterol.
Fuente
- Sciece Daily: Another reason to exercise: Protecting your sight