Dieta baja en hidratos vs dieta baja en grasa

Existen gran multitud de estrategias nutricionales y recomendaciones con el objetivo de perder peso y poder así mejorar nuestro físico y nuestra salud.

Durante mucho tiempo se ha recomendado la dieta baja en carbohidratos (low carb) por encima de la dieta baja en grasa (low fat) con el fin de perder grasa, ganar músculo y mejorar la salud.

La dieta baja en carbohidratos siempre ha funcionado muy bien, permite mantener el hambre al margen, y además genera mucha adherencia.

Pero en un reciente estudio que acaba de salir del horno nos encontramos con resultados bastante sorprendentes (aunque realmente no lo son tanto), todas las dietas funcionan, siempre y cuando haya adherencia y exista un déficit calórico, así de simple.

El estudio

El estudio tenía una duración total de 12 meses (bien en este aspecto, es bastante tiempo) y se quería comprobar los efectos de una dieta baja en carbohidratos y una dieta baja en grasas en 263 hombres y 346 mujeres.

Durante la duración del estudio cada participante tuvo varias sesiones con un dietista, los participantes fueron recibiendo información e instrucciones que deberían seguir (en este aspecto no vamos a entrar en detalle).

A ninguno de los grupos se les propuso consumir x calorías al día, simplemente tenían que seguir la regla de basar la alimentación en productos enteros de alta calidad, es decir, se les recomendó aumentar el consumo de vegetales y hortalizas.

De forma resumida, los participantes recibieron ayuda de un dietista con el fin de ajustar su plan y mejorar la adherencia, también se realizaron cuestionarios de 24 horas para valorar qué habían consumido los participantes.

Se midieron diferentes parámetros como los niveles de colesterol, la presión arterial, la glucosa e insulina en ayunas, el metabolismo basal y el gasto total diario, los cambios en la composición corporal fueron medidos también mediante DEXA.

Resultados

Al final, solo 481 participantes finalizaron el estudio, es decir, un 21% de los participantes abandonaron.

Al finalizar el estudio (12 meses) ambos grupos perdieron peso corporal, pero no hubo apenas diferencia, el grupo que siguió una dieta baja en grasa perdió 5,3kg y el grupo que siguió una dieta baja en carbohidratos perdió 6kg, es decir, no hubo diferencias significativas tal y como podemos observar en la foto.

Ambos grupos mejoraron marcadores de salud como el porcentaje de grasa corporal, el perímetro abdominal, la presión arterial, y la glucosa e insulina en ayunas.

¿Qué significa entonces?

Al final, existen diferentes caminos para llegar a nuestro objetivo.

De este estudio podemos concluir que siempre y cuando exista un déficit calórico (se gastan más calorías de las que se consumen) y la cantidad de proteína sea igual en ambos grupos, no va a haber diferencias significativas entre una dieta baja en hidratos de carbono o una dieta baja en grasa.

En resumidas cuentas, una dieta va a funcionar y va dar lugar a una pérdida de peso siempre y cuando exista adherencia y un déficit calórico, en ese caso, aunque luego habría que valorar que opción es la mejor, porque los resultados probablemente hubiesen variado si se hubiese realizado el estudio en gente deportista (que va al gimnasio con frecuencia y realiza entrenamientos de alta intensidad).

Personalmente, también considero que no es viable realizar una dieta baja en grasa, sobre todo en mujeres, ya que cuando el objetivo es reducir el porcentaje de grasa corporal lo máximo posible y existe un entrenamiento que crea una alta demanda energética, podemos poner en riesgo nuestra salud, recordemos que un estudio no se puede extrapolar a la vida real.