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La causa de los calambres musculares asociados con el ejercicio (EAMC) es un tema de investigación candente. El EAMC puede ocurrir en todas las poblaciones, pero es común con los atletas de resistencia que tienen que realizar movimientos repetitivos durante largos períodos de tiempo. Probablemente hayas escuchado que los calambres musculares son causados por la deshidratación; lo que pasa es que estudios recientes no apoyan esta noción.
Disipando un mito de 100 años
¿Dónde se originó exactamente la idea de los calambres musculares relacionados con la deshidratación?; bueno, la mejor evidencia que tenemos para apoyar esa teoría es anticuada y carece de credibilidad científica.
Hace más de un siglo, se observó que los mineros experimentaban calambres mientras sudaban; cuando se tomaron muestras de sudor, los investigadores encontraron altos niveles de cloruro de sodio. Por lo tanto, se llegó a la conclusión de que la causa de estos calambres se debía a la sudoración excesiva y la posterior pérdida de electrolitos.
¿Qué dice la investigación actual?
Hasta la fecha, la investigación contradice abrumadoramente la hipótesis de que la deshidratación es responsable de los calambres musculares. De hecho, Jansen et. al. en su revisión sistemática de la etiología de los calambres (compuesta por 52 publicaciones), cita que “la investigación neurofisiológica moderna deja pocas dudas sobre que los calambres musculares son causados por la hiperactividad explosiva de los nervios motores”.
Los científicos que llevaron a cabo el estudio Braulick et. al. también encontró resultados similares en sus investigaciones; llegaron a la conclusión de que la hipohidratación con pérdidas moderadas de electrolitos no altera la susceptibilidad a los calambres cuando se controlan otros factores como la fatiga y la intensidad del ejercicio; aquí, la falta de un control neuromuscular adecuado es probablemente la causa.
Estos investigadores probaron la frecuencia umbral de calambres del flexor del miembro dominante hallucis brevis en 10 hombres “euhidratados” (que significa “normalmente hidratados”).
- Se les pidió a los sujetos que usaran sus extremidades no dominantes en un ciclo-ergómetro cada 15 minutos a una intensidad razonable hasta que perdieran aproximadamente el 5% de su masa corporal al sudar, o hasta que experimentaran fatiga muscular.
- Luego volvieron a evaluar a los participantes después de la hipohidratación.
Los investigadores no pudieron identificar ninguna diferencia estadísticamente significativa en la frecuencia umbral mientras los sujetos estaban en un estado de severamente hipohidratados.
Martin Schwellnus ha contribuido a gran parte de la literatura en este campo; este científico descubrió que la evidencia de agotamiento de electrolitos o deshidratación que contribuye a los calambres no parece ser sólida o científicamente factible. Más bien, la alteración del “control neuromuscular” cita en sus conclusiones que debe ser la hipótesis actual.
La alteración del control neuromuscular y los calambres
La literatura centra su atención en que las concentraciones séricas de electrolitos no parecen hacer una diferencia en la aparición de calambres en múltiples estudios realizados en triatletas y corredores de maratón. La recuperación tampoco se asocia con la regularización de electrolitos en el torrente sanguíneo, lo que significa que es poco probable que los niveles de cloruro de sodio tengan algo que ver con la incomodidad.
Schwellnus también formuló algunas hipótesis sobre cómo los atletas pueden evitar los calambres durante un entrenamiento de alto rendimiento. Los corredores de maratón exhibieron más síntomas de calambres cuando mantuvieron un ritmo más rápido, pues estaban casi 13 minutos por delante de los atletas aficionados que no tenían calambres.
Con respecto al entrenamiento cita, que el ritmo de entrenamiento previo a una competición deportiva tiene mucho que ver, porque en el caso de estos corredores, mostraron niveles más altos de creatina quinasa en la sangre.
Finalmente, sugiere que el estiramiento previo a las competiciones o en el caso de su investigación con esta carrera podría haber contribuido a esta fatiga neurológica: el 92.9% de los que sufrieron calambres admitieron estirarse, mientras que solo el 54.6% de los que no estiraron reportaron sufrir calambres.
Por el momento, estos hallazgos aún necesitan más pruebas, pero ciertamente provocan reflexión. Quizás los atletas puedan mitigar algunos de estos síntomas al reevaluar sus protocolos de entrenamiento y recuperación, pues como se cita en otras investigaciones, si las cabezas de miosina no pueden desacoplarse adecuadamente de la actina, o transportar adecuadamente el calcio al retículo sarcoplásmico, puede ocurrir una contracción prolongada.
Del mismo modo, la despolarización continua de la membrana celular puede dar lugar a señales que le indican a las células musculares que se contraigan de forma repetitiva. Otra teoría es que el órgano del tendón de Golgi recibe una retroalimentación mínima del cerebro, por lo que las neuronas motoras se sobre-estimulan y estas son algunas de las hipótesis actuales de los mecanismos biológicos que contribuyen a los calambres musculares asociados con el ejercicio.
Entonces, ¿cómo deshacerse de los calambres?
Ahora que sabemos que es poco probable que la deshidratación sea la causa de los calambres dolorosos, ¿cómo podemos eliminarlos?. Recientemente, algunas compañías han desarrollado productos diseñados para minimizar la excitación neuronal.
Las bebidas en el mercado con ingredientes como el jengibre, la canela y la capsaicina pueden contrarrestar los efectos negativos del rendimiento de los calambres y en cierto modo pueden ser efectivos para mitigar la incomodidad.
La idea detrás de esta mezcla es que activa los canales TRP (potencial receptor transitorio) en la boca; los canales TRP son responsables de mediar sensaciones como el calor, el frío y el dolor y, estimular estas vías efectivamente “distraerá” la sensación de calambres activando esos canales en la boca y el estómago, puesto que la capsaicina y la canela proporcionan sensaciones de calor.
Si bien las especulaciones anteriores sugirieron que la hidratación podría ser la causa, ahora está claro que los calambres son en gran parte el resultado de la fatiga neurológica de las contracciones musculares repetidas.
Fuente
- British Journal of Sports Medicine (Schwellnus:2008): Cause of Exercise Associated Muscle Cramps (EAMC) – Altered Neuromuscular Control, Dehydration or Electrolyte Depletion ?