Para los fabricantes de alimentos, clasificar los alimentos que comemos significa que en lugar de analizar los productos alimenticios por sus nutrientes compuestos, se necesitan clasificar por productos alimenticios integrales, sin embargo deberíamos conocer y mirar estos alimentos por su grado de procesamiento.
Clasificación NOVA de los alimentos
El sistema de clasificar los alimentos “NOVA”, ideado en 2009, incluye cuatro grupos:
- Los alimentos no procesados o mínimamente procesados en el grupo uno incluyen frutas y verduras frescas, secas o congeladas; granos y legumbres envasados, harinas de maíz, trigo, centeno, pastas, huevos, carne fresca o congelada y pescado y leche.
- El grupo dos incluye ingredientes culinarios procesados, como azúcar, aceites, grasas, sal y otras sustancias extraídas de alimentos o de la naturaleza que se usan para sazonar y cocinar.
- El grupo tres está formado por alimentos procesados, como verduras en salmuera, frutas en almíbar, carne y pescados salados, queso y panes sin envasar recién hechos.
- Los alimentos ultra-procesados en el grupo cuatro contienen refrescos, bocadillos empacados y confitería, panes envasados en masa, carne reconstituida como perritos calientes y nuggets de pollo, sopas y fideos instantáneos y pizzas preparadas industrialmente, tartas y platos preparados. A menudo son altos en sal, grasa, azúcar, conservantes, sabores y colores.
Las personas en los países industriales están comiendo cantidades cada vez mayores de alimentos ultra-procesados (hasta el punto en que una de cada dos calorías consumidas ahora provendría de un alimento o bebida ultra-procesados) y los problemas de salud asociados como la obesidad, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares están aumentando en consecuencia, por lo menos en los países occidentales.
El error en el pasado ha sido tratar de buscar al “chico malo” al clasificar los alimentos y que éste es el causante de los problemas de salud; así que durante décadas, declaramos la guerra a la grasa, y la industria respondió desarrollando productos que son “livianos”, “dietéticos”, “sin grasa”, etc. No obstante, para mantener estos productos de dieta sabrosos, los fabricantes agregaron azúcar, convirtiendo productos supuestamente saludables en productos poco saludables. Este es un ejemplo de un error dentro de la industria alimenticia al clasificar los alimentos, porque se intentó reemplazar un nutriente malo por un nutriente mejor, pero un mal nutriente no existe.
No existe malos nutrientes, sino dietas malas
Lo que existen son dietas malas y los estudios de población han demostrado una “asociación clara” entre las dietas ricas en alimentos ultra-procesados y las altas tasas de enfermedades no transmisibles como las citadas. En realidad, estos alimentos no son malos porque contienen demasiada azúcar o grasa, sino porque en la totalidad de sus compuestos, carecen de ciertos o muchos nutrientes que son vitales para promover la salud.
Lo interesante para nosotros al clasificar los alimentos, es orientar a todos a mantener una clase de dieta equilibrada, añadiendo alimentos integrales orgánicos por un lado y, por otro añadir alimentos procesados, pero que se fabrican bajo condiciones sanitarias deseables, además de contener los nutrientes precisos que son vitales no solo para la salud, sino para el rendimiento deportivo, la recuperación muscular, el enfoque mental, etc.
Obviamente la comida chatarra o los alimentos ultra-procesados están a la orden del día para causar antojos, sobre todo durante las fiestas, pero también existen ingredientes fabulosos, incluso sin grasa o azúcares que nos permitirán consumir saludablemente, mientras disfrutamos de las texturas o los sabores.
Fuente
- Public Health Nutrition: The UN Decade of Nutrition, the NOVA food classification and the trouble with ultra-processing