Correcciones posturales en el trabajo de fuerza: Descubre como una adecuada postura corporal puede ayudar a prevenir lesiones y a aumentar tu rendimiento deportivo.
El entrenamiento de fuerza y la postura corporal
El entrenamiento de fuerza es una herramienta imprescindible para mejorar la postura corporal, ya que una musculatura débil propicia una mala postura, lo que consecuentemente nos puede llevar a padecer dolores de espalda, contracturas y otros trastornos musculares y esqueléticos.
Las correcciones posturales son absolutamente esenciales para multitud de personas (y no únicamente deportistas), en los siguientes casos:
- Seguimiento de rutinas físicas
- Tendencias posturales
- Lesiones pasadas
Independientemente de que hayamos empezado recientemente en el gimnasio o de que ya llevemos suficiente tiempo entrenando, debemos reconocer que partimos de malas posturas corporales que hemos ido adoptando a lo largo de nuestra vida, lo que requiere una corrección postural con el fin de evitar molestias y lesiones, al igual que se requiere un perfecto conocimiento de la técnica y patrón del movimiento a emplear en cada ejercicio.
Debemos prestarle una especial atención a las correcciones posturales si experimentamos síntomas propios de una mala postura adoptada de forma continua:
- Contracturas
- Dolor lumbar
- Molestias en la zona central de la espalda
- Dolor en cuello y trapecio
- Lesiones continuas que no completan su recuperación
- Vientre abultado y peor apariencia
- Mayor dolor muscular
Como vemos las consecuencias de una mala postura pueden afectar directamente a nuestro rendimiento deportivo, por lo que es imprescindible trabajar la corrección postural.
Cómo corregir la postura en el trabajo de fuerza
Es importante tener un grado óptimo de concentración cuando estamos entrenando, ya que sólo de este modo podremos percibir adecuadamente la respuesta de nuestro cuerpo al ejercicio que estamos realizando y prestarle la suficiente atención a nuestra postura corporal.
A continuación te mostramos unas pautas que permitirán que mantengas una buena postura durante tu entrenamiento:
- El peso cargado siempre debe ir en consonancia con nuestra fuerza. Más no siempre significa mejor, si cargamos un peso un peso que esté por encima de nuestras posibilidades, además de lesionarnos, no podremos realizar la técnica adecuada, lo que es imprescindible para lograr la hipertrofia muscular. Debe ser difícil levantar el peso, pero no prácticamente imposible.
- Cuando realizamos algún ejercicio en máquina o banco es muy importante no separar la espalda de esta superficie, ya que de lo contrario, la columna vertebral está soportando toda la carga.
- Cuando trabajamos con peso muerto o sentadillas, es nuestra zona lumbar la que merece una especial atención, debemos evitar que se acumule aquí la tensión. Para ello es importante estirar la espalda por completo manteniendo la cabeza erguida, del mismo modo para proteger las lumbares debemos activar las abdominales y calibrar la pelvis hacia adentro. En estos ejercicios el empuje debe centrarse en las piernas o los brazos, según convenga.
- Al trabajar el tren superior también debemos proteger especialmente la articulación del hombro, para ello debemos evitar cargas muy grandes y ser capaces de aislar los músculos trabajos, manteniendo en todo momento los hombros paralelos y el tronco recto.
- La suplementación deportiva puede ser de gran ayuda para evitar y mejorar lesiones.