Se ha postulado que el consumo elevado de proteínas puede representar un riesgo para la salud en ciertas condiciones y esto puede ser considerado un mito en cierto sentido, pues estas preocupaciones o incluso afirmaciones no son aplicables a una población de atletas entrenados, incluso a un nivel principiante. Por otro lado un importante estudio (Levey et al) en una intervención de 2 a 3 años de restricción de altas proteínas en una dieta concluyó que no tiene que ver con la salud renal de las personas, a excepción de las que tienen enfermedades renales crónicas.
Se tiene conocimiento que los riñones desempeñan un papel vital en el desarrollo y el metabolismo de los huesos. De hecho, los riñones producen varios factores que regulan diferentes etapas del desarrollo y la reparación ósea (por ejemplo, 1,25 (OH) 2D3, Klotho, proteína morfogenética ósea 7 y eritropoyetina). Por lo tanto, existe la idea de que la disfunción renal debida a una ingesta excesiva de proteínas podría desempeñar un papel en la salud ósea
Hay datos concretos que muestran que después de un entrenamiento extenuante, la ingesta inmediata de carbohidratos y proteínas disminuye las concentraciones de marcadores de reabsorción ósea (es decir, el telopéptido C-terminal de colágeno de tipo I [beta-CTX]) y aumenta las concentraciones de marcadores de formación ósea (es decir, N- Propéptidos terminales de procolágeno tipo 1 [P1NP]). Esto sugeriría un efecto positivo sobre el contenido mineral óseo.
La hipótesis de la “dieta de ceniza ácida” sugiere que el ácido de una dieta occidental típica que contiene carne puede causar la desmineralización ósea con la consiguiente excreción de calcio, lo que conduce a la pérdida del contenido mineral óseo. Por otro lado, se sabe que el ejercicio juega un papel crucial en el mantenimiento del contenido y la densidad mineral ósea.
La realidad de la combinación proteica y la densidad ósea
En consecuencia, los efectos de una combinación del entrenamiento continuo con una dieta alta en proteínas en los parámetros de la salud ósea no se conocen por completo. Un estudio publicado en la J. Funct. Morphol. Kinesiol este año después de una investigación de 6 meses, demostró que una dieta rica en proteínas (2,8 g/kg/ día) no tuvo efectos adversos sobre el mineral óseo en mujeres entrenadas, no obstante, el propósito de esta investigación de seguimiento fue determinar si el consumo de una dieta alta en proteínas durante 12 meses afectó la composición corporal (es decir, el contenido mineral óseo, la densidad mineral ósea, la masa corporal magra, la masa grasa, etc.), así como medidas de salud metabólica (es decir, función renal).
En el estudio 27 chicas entrenadas (media ± DE: edad 37 ± 9 años; altura 167 ± 7 cm; peso 59.3 ± 5.0 kg) completaron este ensayo de un solo brazo. En este caso, las chicas tenían que un mínimo de sesiones de entrenamiento de fuerza y/o aeróbicos tres veces por semana durante al menos el último año para calificar como “entrenadas”.
- El promedio de tiempo de entrenamiento por semana fue de 4.4 horas para el entrenamiento aeróbico y 3.1 horas para el entrenamiento de fuerza
- Las chicas acudieron al laboratorio en tres ocasiones para realizar pruebas (línea de base, 6 meses y 1 año).
Las chicas fueron instruidas para consumir una dieta alta en proteínas (> 2,2 g / kg / día) durante el período de tratamiento, registrándose su comida de forma regular en una aplicación móvil. Ellas tenían las opción de consumir proteínas a través de su dieta típica (es decir, comer más alimentos que contenían proteínas) o el consumo de proteína en polvo, aunque no estaban obligadas a consumir las proteínas en polvo que era suero de leche y caseína. El régimen de entrenamiento no fue alterado de ninguna manera y cada chica auto-seleccionó su régimen de ejercicios.
- Las 27 chicas completaron esta investigación a lo largo del año, consumiendo una dieta alta en proteínas (2,3 ± 1,1 g/kg/día)
- No hubo cambios en el transcurso del período de tratamiento para ninguna medida de composición corporal relacionada al contenido mineral óseo, densidad mineral ósea, densidad mineral ósea lumbar o contenido mineral óseo lumbar.
- No hubo efectos adversos en ninguna medida de la salud determinada por un panel metabólico básico (es decir, glucosa, nitrógeno ureico en sangre (BUN), creatina, tasa de filtración glomerular estimada, relación BUN / creatinina, sodio, potasio, cloruro, CO2 y calcio).
En conclusión, las chicas entrenadas (y quizás los hombres también) que consumen una dieta que es aproximadamente tres veces mayor que la dosis diaria recomendada de proteínas no experimentan efectos dañinos en la densidad o el contenido mineral óseo, además es definitivo que no se tiene efectos nocivos sobre la función renal.
Fuente
- Journal of Functional Morphology and Kinesiology: The Effects of a High-Protein Diet on Bone Mineral Density in Exercise-Trained Women: A 1-Year Investigation