¿Qué sucede si poseyeras un poder para aumentar tu potencial general, extender tu longevidad y ayudar a prevenir enfermedades?… bueno eso lo logras con el poder del movimiento.
El movimiento es movimiento, y el movimiento ha sido conceptualizado como actividad física para el cuerpo humano; la actividad física se refiere a cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que requiere gasto de energía. Una subcategoría de actividad física es el ejercicio, que se refiere al movimiento intencional, planificado, estructurado y repetitivo que tiene como objetivo mejorar o mantener la condición física.
Antes de analizar brevemente el poder del movimiento, tómate un momento para reflexionar sobre tu día normal y tus rutinas, y escribe cuántas horas tes mueve y cuantas horas eres sedentario. A medida que continúas leyendo, piensa críticamente sobre cómo podría hacer un mayor uso del poder del movimiento que ya posees.
El poder del movimiento en tu cuerpo
El ejercicio o estar en movimiento con frecuencia generalmente tiene tres componentes principales: ejercicio cardiorrespiratorio, de fuerza y flexibilidad; cada uno es parte de la ecuación de poder general para beneficiar positivamente tu salud y estado físico, por lo tanto, se recomienda incluir los tres componentes en un régimen de entrenamiento regular.
Realmente hay poder del movimiento en todos los tipos de movimiento para mejorar tu bienestar y salud, independientemente del tipo, la longitud o la intensidad… algún movimiento siempre es mejor que ninguno.
Esto no solo impacta positivamente el cuerpo humano, sino también la mente (cognición y bienestar emocional), el bienestar social, la perspectiva de la vida y la autopercepción. Cuanto más tengas actividad física de manera consistente (incluido el ejercicio intencional en un programa de entrenamiento), mayores será el poder del movimiento en tu cuerpo y mente:
- Reducción de presión arterial.
- Mejoramiento en los niveles de colesterol y triglicéridos.
- Menor riesgo de enfermedad cardiovascular.
- Menos azúcar en la sangre, reduciendo las posibilidades de tener diabetes o síndrome metabólico.
- Huesos y músculos más fuertes, incluidas las posibles afecciones a éstos, como artritis u osteoporosis.
Además de una mejor composición corporal, con menos grasa corporal y una mayor capacidad atlética, que al final de cuentas produce bienestar general y a la larga, lo que todos queremos, felicidad y longevidad.
El poder del movimiento en tu cerebro
La actividad física regular también puede ofrecer importantes beneficios cognitivos; investigaciones recientes muestran que la aptitud aeróbica puede contribuir positivamente a la asignación de recursos de atención en la infancia o en adolescencia (Raine et al., 2018). Además, el poder del movimiento mediante un plan de entrenamiento de resistencia parece ofrecer un beneficio particular relacionado con las funciones de control inhibitorio en el cerebro, es decir, la capacidad de inhibir o controlar las respuestas impulsivas, cambiando una respuesta para una respuesta mejor y más pensada adaptada a la situación (Soga et al., 2018); en fin,
- El cuerpo humano funciona mejor cuando está activo.
- Cuanto más le pedimos al cuerpo algo, más fuerte y en forma se vuelve.
- Cuanto más en forma estemos, más eficientes y efectivos vamos a funcionar en todas las áreas de la vida.
Cuanto más ponemos nuestros cuerpos en movimiento, mejor funcionará nuestra mente y esto incluye mejorar el estado de ánimo, la habilidad de pensamiento, aprendizaje, juicio y enfoque mental, lo que menta la conexión mente-músculos ya sea de día o de noche, mejorando el sueño.