Parece que cuanto más grasa corporal una persona acumula, más difícil le es bajar de peso, pero no siempre nos preguntamos ¿Por qué ?; encontramos una investigación hecha con algunos estudios que fueron publicados en la revista Nature Comunication, que cita que existe un mecanismo molecular involucrado en el trabajo de acumulación de grasa, y que está vinculado a una proteína de obstrucción de quema de grasa denominada sLT11.
En este experimento, los investigadores alteraron el gen sLT11 en algunos ratones, y aún cuando fueron alimentados con una dieta alta en calorías eran capaces de quemar las calorías extra más rápido que los ratones no alterados, y esto se debe a que el “sLT11” hace que la grasa sea más eficaz para el almacenamiento energético a largo plazo, inhibiendo la capacidad del cuerpo para quemar las calorías.
De acuerdo a esta investigación, no es sólo un metabolismo más lento es que el induce al cuerpo a retener más masa grasa, porque incluso los receptores de las células de grasa se meten en escena, lo que tiene sentido, pues existe miles y miles de personas con sobrepeso que vemos en los gimnasios, calles, o parques, que intentan con mucho esfuerzo lograr una transformación de su físico, pero no siempre llegan al objetivo, porque todo se relaciona con un proceso lento y constante.
Para quemar grasa, se usa lo que se denomina científicamente como oxidación de grasas, en el cual el contenido grasoso transita hacia las mitocondrias para convertirse en energía que sirve para disponer en un determinado entreno, o actividad física importante; lo importante aquí es recordar también que además de este factor genético se necesita reducir los carbohidratos o aprender a ciclarlos de acuerdo a las necesidades nutricionales, pues cuando falta carbohidratos, se puede usar la grasa para proveer energía al cuerpo, pero también se necesita de un modo específico al hacer ejercicios, que puede mover muchos músculos (como el entreno con pesas o incluso correr), intentando entrenar a un ritmo intenso con intervalos moderados (método HIIT).
Para concluir, los investigadores fueron capaces de mostrar que el “sLR11” se une a receptores específicos en las células de grasa (de la misma manera que una llave encaja en una cerradura) inhibiendo la capacidad para activar la termogénesis. En efecto, el “sLR11” actúa como una señal para aumentar la eficiencia de la grasa para almacenar energía, evitando la pérdida excesiva de energía a través de la termogénesis sin restricciones, demostrándose como el cuerpo almacena más grasa genéticamente.
Cuando los investigadores examinaron los niveles de “sLR11” en los atletas, encontraron que los niveles de la proteína circulante en la sangre se vinculó con la masa grasa total puesto que el mayor nivel de la proteína presentó un mayor nivel de masa total de grasa, y que al intervenir, también se produjo lo contrario, independiente a los otros factores metabólicos individuales, además se sugiere que el “sLR11” es producido por las propias células de grasa y que el mismo ayuda a las células de grasa a resistirse a la quema de grasa durante los picos como después de los excesos en las comidas, mediante señales metabólicas que reducen la temperatura corporal.
Fuente
- Cambridge University Research: Stored fat fights against the body’s attempts to lose weight