¡Buenas a todos! En este nuevo artículo, vamos a hablar sobre la comida procesada: beneficios, inconvenientes, si hay que preocuparse, como introducirla…
Introducción
Hoy en día, se escucha en todos los sitios la palabra comida procesada, especialmente en el mundo del fitness. Esto se ve claramente cuando se hablar de temas como son comer limpio, IIFYM, comidas trampas…
Antes de seguir con el artículo, quiero dejar claro que este término se refiere a cualquier comida que ha sufrido una serie de transformaciones, normalmente químicas, para cambiar el alimento en algún aspecto.
Hay infinidad de alimentos procesados en nuestra sociedad como son el pan o la bollería industrial pero también hay de otros no tan obvios como son el queso o los suplementos alimenticios.
Es cierto que la mayoría de alimentos procesados ingeridos en exceso, son perjudiciales para nuestra salud sobretodo, cuando hablamos de alimentos altamente refinados. No obstante, la tecnología de los alimentos ha ayudado mucho a mejorar nuestros niveles de salud y sobretodo, a poder optimizar nuestra nutrición a lo largo de la vida e incluso, a mejorar nuestro rendimiento deportivo.
Beneficios de la tecnología en los alimentos:
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Alimentos sin patógenos y otras toxinas
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Mejores sabores, texturas…
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Accesibilidad en cualquier momento de forma cómoda
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Mayor diversidad de alimentos disponibles
Inconvenientes de la tecnología en los alimentos:
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Puede dañar la calidad de la comida pudiéndose perder ciertos nutrientes debido a ciertas reacciones químicas.
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Perdida de texturas y decoloración en ciertos alimentos
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Mayor accesibilidad a alimentos que pueden ser perjudiciales en exceso y que deberían ser limitados.
¿Debemos preocuparnos?
Este tema, es uno de los que suele preocupar a la mayoría de personas en nuestra sociedad. Normalmente, el debate suele venir por la calidad de la comida, su frescura, seguridad, si es sostenible…
Obviamente, es bueno que nos preocupen este tipo de temas pero como en todo, no se trata de escoger de si es bueno o malo y hay muchos matices. En mi opinión, no hay alimentos buenos ni malos y como en todo, depende de la cantidad que ingerimos.
¿Cuál sería un buen balance?
Si eres una persona que sigue una dieta flexible (conocida como IIFYM), te recomiendo seguir la regla 80/20 la cual consiste en ingerir un 80% de la comida en forma de alimentos mínimamente refinados y de calidad y un 20% de comida semi-basura.
Esta regla, nos permitirá llegar a nuestros requerimientos diarios con mayor facilidad. Además, se ha observado que incluir en cierta medida este tipo de alimentos, puede ser beneficioso para la adherencia al plan y en consecuencia, para conseguir nuestro objetivo.
Obviamente, esta norma tiene matices dependiendo del cuerpo de cada uno, nivel de actividad, salud, requerimiento calórico y objetivo que se tenga.
Hasta aquí el artículo de hoy. Espero que os haya gustado y os sea de ayuda. Si tenéis cualquier duda, dejadla en los comentarios y os responderé encantado. ¡Un abrazo!