La comida libre es una práctica muy habitual y que se suele realizar mucho en el mundo del fitness, el objetivo de dicha comida trampa es desquitarse un poco de la dieta y reducir un poco el estrés psicólogico provocado por esta.
La pregunta realmente importante es: ¿Es recomendable realmente realizar la comida trampa?, ¿Es mejor el refeed?
En cuanto a la comida trampa o comida libre, mi opinión es bastante tajante y simple: su realización no supone ningún beneficio, por lo que no está recomendado.
En primer lugar, normalmente durante una comida trampa se consumen alimentos muy palatables, generalmente altos en azúcar y grasa, por lo que realizarla no nos va a ayudar a progresar, es decir, no está justificada su realización desde un punto de vista de la mejora de la composición corporal o el rendimiento.
El refeed en este sentido, si está bien planeado, sí puede tener sus beneficios y nos puede ayudar a seguir progresando, en este artículo tienes una guía completa sobre cómo realizarlo ya que aquí sería imposible incluirlo todo.
Es importante destacar este punto, porque en mi opinión una comida libre puede prácticamente tirar todo el progreso de una semana si por ejemplo estás en una etapa de definición, en este estudio (1) se estima que se llegan a consumir entre 3000 y 4000 kcal, en una sola comida, una cantidad de calorías bastante alta que puede lastrar mucho el progreso, es por ello que el refeed es una práctica mucho más recomendable en este sentido.
Por otro lado, y es un punto que considero bastante importante (diría que incluso más que el anterior) es que la comida trampa genera una mala relación con la comida, algo que se puede observar en este estudio (2).
Si sigues una dieta restrictiva que te genera ansiedad, y estás esperando toda la semana a que llegue tu comida trampa, lo más probable es que acabes reforzando dicha conducta, cada vez necesitarás más y más esas comidas trampa, te costará más volver a tu dieta y tendrás todavía más ansiedad, lo que puede derivar en un problema mayor a medio – largo plazo.
Por lo tanto, aunque es cierto que la comida trampa te puede quitar un poco de “estrés” psicológico a corto plazo, es una herramienta bastante mala a medio – largo plazo que sólo te traerá quebraderos de cabeza.
En mi opinión y en mi experiencia con personas que han pasado por este tipo de situaciones, es mejor tratar de adaptar la dieta lo máximo posible a la persona para que esta sea capaz de seguirla sin ansiedad, y que no tenga la necesidad de consumir dicha comida trampa, en el momento en el que la persona quiera disfrutar un día con sus amigos o su pareja por ahí, que lo haga, sin ningún tipo de remordimiento y que no sea algo planeado como puede ser la comida trampa.
Generar una buena relación con la comida es importante, las personas que tienen conductas alimentarias desadaptativas sufren mucho estrés y ansiedad por ello, muchas de estas conductas vienen derivadas de prácticas como la comida trampa poco recomendables, por lo tanto lo mejor es tener una buena relación con la comida, saber que se puede disfrutar y seguir progresando, y también entender que en determinados momentos (fase final de una preparación por ejemplo) se va a pasar algo más de hambre y ansiedad, pero que es algo transitorio.
Referencias: