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Cinco tipos de queso para una dieta sin remordimiento: si hay un alimento que nunca podrías dejar es el queso; podrías decir que no al tocino, a los bagels y casi cualquier tipo de postre, pero los quesos están ahí en tu mente y en tu mesa, ¿ no ?… el queso tiene una mala reputación en términos de pérdida de peso y dieta porque generalmente tiene un alto contenido de grasas saturadas y gran parte de lo que se vende en los supermercados ahora se procesa.
Generalmente es lo primero que se debe incluir en cualquier dieta o programa de control de peso, aunque no lo creas, porque además de ser delicioso en cualquiera de sus versiones, una existencia sin queso es similar a la muerte para los que hacen dieta. De hecho, seleccionar el queso correcto en realidad puede ayudarte a perder y mantener tu peso y aunque suene demasiado bueno para ser verdad, solo necesitas como siempre, comerlo con moderación.
Un equilibrio de un poco de todo es más beneficioso para tu cuerpo, por lo que no hay razón para eliminar el queso de su dieta si realmente no puedes hacerlo. De todos modos. La mejor forma de disfrutar el queso cuando intentas mantenerte en forma es comprar un queso auténtico sin procesar, aunque no debes quebrar tus finanzas para disfrutar.
El queso parmigiano-reggiano/parmesano
Si alguna vez has visto fotos de ensaladas elegantes con cintas de queso blanco en espiral sobre la parte superior, probablemente estés admirando a este tipo de queso. Estos bloques de queso son bastante baratos y una forma deliciosa de comer un producto increíblemente rico, producido de la vaca cuajada sin añadir esa grasa extra que va a tu cintura.
Dos cucharadas de este queso contiene 4 gramos de proteína y solo 2.8 gramos de grasa, además, el sabor está fuera de este mundo; añadir un poco más de queso rallado o en cintas a una ensalada con una vinagreta balsámica o un plato pequeño de pasta de trigo es increíble para alternar en tu dieta deportiva
El queso mozzarella
Este queso regordete es tan versátil que puedes añadirlo a pastas, sopas, ensaladas o incluso en forma de cordel como bocadillo. Es un favorito de todos, desde niños hasta adultos, en las pizzas o en la receta de la abuela; lo mejor para los deportistas es que en una media taza de mozarella puedes encontrar hasta 18 gramos de proteínas.
Imagina unas rodajas de tomate, rociadas con aceite de oliva y albahaca fresca espolvoreada sobre queso mozzarella para sentir en tu boca un refrigerio proteico, cremoso y sabroso.
El requesón
Un alimento básico de las dietas en las últimas décadas es el requesón, que sigue siendo una forma ideal de mantener el queso en tu dieta y eliminar esos gramos de peso no deseados. La mayoría de la gente prefiere la fruta o incluso la canela espolvoreada en su requesón, pero un aderezo hace la combinación ideal para disfrutarlo como snack saludable.
Si compras un requesón, busca un recipiente con un 1% de grasa láctea y sin sodio agregado; solo una taza hace que un refrigerio liviano llegue a poco más de 160 calorías, pero el alto contenido de proteínas también te hará sentir lleno para que no tengas la tentación de comer más calorías.
El queso ricotta
Este queso cremoso y deliciosamente rico se usa a menudo en conchas rellenas y otros platos de pasta, pero es ideal para salsas y refrigerios. Extiéndelo sobre una tostada con miel e higos, encima de espárragos tostados, o simplemente mézclalo con frijoles en una salsa fácil, lo que hará que tu plano se llene de proteínas y fibras para combatir el apetito.
El queso azul
Compra este tipo de queso en pedazos y mezcla una cucharada o dos en tu ensalada favorita; al omitir el aderezo del queso azul, estás evitando las grasas, los aceites y los conservantes añadidos. El beneficio adicional de este tipo de quesos, además de su sabor, son los 6 gramos de proteínas y 15% de calcio de lo recomendado en una porción, que añade 100 calorías a tu dieta diaria; el otro beneficio es que por su sabor intenso solo necesitas un poco de él para satisfacer tus apetencias entre comidas por ejemplo.