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Cuando se trata de medir la pérdida de peso, el juego de los números de la balanza puede ser engañoso.
La gente a menudo considera que la balanza es el santo grial de la pérdida de peso; suben, miran el número y luego miden su progreso diario, semanal o mensual según la rapidez con que cambia ese número.
Si bien, es una forma de tener una idea de dónde estás parado, confiar solo en la balanza es un error cuando quieres hacer un seguimiento de tu pérdida de peso. Lo que pasa que hay desde fluctuaciones en el peso del agua hasta ganancias de masa magra, en donde el peso no cuenta toda la historia; en consecuencia, en lugar de obsesionarte con la balanza, adopta un enfoque integral implementando otras cinco formas de medir tu progreso.
1. Tomar fotos mientras progresas
Tan incómodo como podría ser tomar una foto cuando te sientes fuera de forma, saber dónde empezaste es esencial. Es fácil dejar que la balanza gobierne, pero cuando consideras cosas como se vinculan los factores como el peso del agua, las ganancias de masa magra y la distribución del peso corporal, confiar en un solo número para decidir si te diriges en la dirección correcta parece arbitrario.
Las fotos te brindan el grado necesario de separación, lo que te permite dar un paso atrás y reflexionar semanas después; cuando comiences tu camino hacia el acondicionamiento físico, comienza tomando fotos de tu frente, lado y espalda. Cada semana, toma fotos adicionales y si estás buscando precisión, no es necesario aspirar el intestino o empujar el estómago hacia afuera; simplemente mantente relajado y mantén las condiciones iguales para reflejar con mayor precisión tu progreso visual con el tiempo y eso significa que uses la misma ropa, a la misma hora del día y con los mismos ángulos de iluminación.
2. Vuelve a probar tus valores de referencia
En lugar de depender únicamente de la reducción de números, intenta aumentarlos, en forma de pesas; cuando estés en las primeras semanas de tu entrenamiento de pérdida de peso, tómate un tiempo para probar tus puntos de referencia de fuerza. ¿Cuánto puedes presionar y tirar? ¿Cual es tu carga de referencia en cuclillas?… bueno, al tener una idea aproximada de tu línea de base, sabrás a qué números alcanzables apuntar.
También podrás establecer objetivos incrementales que te ayuden a mantenerte en el camino; con ayuda de un preparador de experiencia podrás hacer un seguimiento de tu progreso dentro de tu entrenamiento y así saber exactamente como mantener tu motivación como el primer día.
3. Usa una cinta métrica
Puedes coger lo que dice tu balanza como una indicación de progreso, pero no toda la pérdida de peso es pérdida de grasa. Para ver si te estás cumpliendo con tus objetivos, una cinta métrica puede ser una herramienta más efectiva; algunas áreas en las que es posible que la uses incluyen tu pecho, caderas, cintura, muslos, bíceps y hombros.
Conocer tus medidas podría hacer más que solo ayudarte a construir un físico proporcionado; donde almacena la mayor parte de tu grasa también puede servir como una señal de advertencia de complicaciones relacionadas con la obesidad, como diabetes, problemas cerebrales y enfermedades cardíacas. Un estudio en el European Heart Journal, por ejemplo, encontró que tanto la relación cintura-cadera como la circunferencia de la cintura se asociaron con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y esto es significativo.
4. Mide tu grasa corporal
Solo un pequeño pellizco puede decirte un poco sobre tu progreso de pérdida de peso; las mediciones del pliegue cutáneo estiman el porcentaje de grasa corporal en función de la cantidad de grasa que tienes justo debajo de la piel. Si bien los resultados pueden estar casi similares (aprox 4-6%), usar el mismo método cada vez y observar la tendencia de pérdida de porcentaje, en lugar de estrictamente el número, puede ayudarte a hacer un buen seguimiento de lo que quieres y, de esta manera podrías tomar las medidas adecuadas en tu dieta o entrenamiento.
5. Prueba tu ropa vieja
Cuando llevas una vida en forma durante un tiempo pero sientes que te has estancado, probarte ropa vieja puede ayudarte a recuperar la perspectiva; quizás no alcanzaste esa meta de pérdida de peso de 20-30 kg en un año, pero estás nadando con tus “viejos jeans” y eso es progreso !!!
Fuentes
- European Heart Journal Research – 2007: Waist circumference and waist-to-hip ratio as predictors of cardiovascular events: meta-regression analysis of prospective studies
- The American Journal of Clinical Nutrition – 2003: Development and validation of skinfold-thickness prediction equations with a 4-compartment model.