A principio de la década de 1980 supuestamente los levantadores de tecnología avanzada comenzaron a usar bucales en el trabajo para aumentar el rendimiento.
La finalidad del bucal es tratar de alinear la mandíbula con la finalidad de aumentar la eficiencia del sistema nervioso, lo que permite manejar una mayor carga con mayor facilidad, de forma directa.
La pregunta es…
¿Son útiles los bucales en el gimnasio?
Una de la respuesta más natural del cuerpo humano es apretar los dientes ante un esfuerzo elevado, es una herramienta ante una situación de estrés, forma parte de un mecanismo complejo que nos permite hacer frente a las situaciones de estrés.
El uso del bucal es simple, disminuye la presión en la articulación temperomandibular durante esa situación de estrés ya que la mandíbula inferior se encuentra en una posición más adecuada.
Uno de los beneficios es una reducción del cortisol, se ha visto que el uso del bucal reduce los niveles de cortisol después de 60’ de entrenamiento intenso, lo que se traduce en una mayor recuperación.
Aun así, hay que aclarar que el uso del bucal en la década de los 80 no tenía nada que ver con los posibles beneficios sobre el cortisol, de hecho, ni siquiera tenía que ver con el propio bucal, sino más bien sobre sus consecuencias, que al fin y al cabo es una mayor capacidad para apretar la mandíbula, lo que aumentaría el rendimiento de forma directa.
Por ejemplo, los investigadores de la Universidad de Marquette descubrieron que el simple hecho de apretar los dientes durante un levantamiento aumenta drásticamente la fuerza.
El estudio:
Los investigadores obtuvieron una máquina de extensión de piernas que midió la fuerza de contracción isométrica voluntaria máxima, reclutaron a 12 hombres que tuvieran experiencia en el entrenamiento y los sometieron a cuatro pruebas diferentes:
- La primera vez, los sujetos simplemente tenían que ejercer tanta fuerza como fuera posible contra la máquina de extensión de piernas.
- La segunda vez, los sujetos simplemente tenían que ejercer tanta fuerza como fuera posible contra la máquina de extensión de piernas mientras apretaban unas empuñaduras con las manos.
- La tercera vez se les facilito un protector bucal genérico y se les dijo que lo mordieran de la forma más intensa posible mientras ejercían tanta fuerza como fuera posible contra la máquina de extensión de piernas.
- La cuarta vez, los sujetos tenían que ejercer tanta fuerza como fuera posible contra la máquina de extensión de piernas mientras apretaban unas empuñaduras con las manos y mordían el protector de la boca, junto con realizar el movimiento de Valsalva (en el que contenían la respiración y contraían los músculos abdominales).
Los resultados fueron bastante sorprendentes, el hecho de apretar los dientes hacía que los sujetos fueran un 10% más fuertes, y cuando apretaban los dientes, agarraban las empuñaduras y realizaban la maniobra de Valsalva al mismo tiempo, eran un 15% más fuertes.
Por lo tanto, el estudio demuestra que el simple hecho de apretar la mandíbula podía aumentar directamente nuestro rendimiento, el hecho también de apretar empuñaduras con las manos y realizar la maniobra de Valsalva hacía que el rendimiento aumentase aún más.
¿Entonces, necesito utilizar el protector bucal?
Este fenómeno es más conocido como “potenciación de la activación concurrente” o CAP.
Es simplemente el fenómeno por el cual se puede aumentar la producción de fuerza de los músculos a través de la contracción voluntaria de otros músculos que no están involucrados directamente en el movimiento.
En la práctica, eso significa que apretar la barra firmemente y apretar de forma simultánea la mandíbula mejoraría directamente el press banca, peso muerto, sentadilla o cualquier otro movimiento pesado.
Referencias: