Terminan las competiciones y llega el temido efecto rebote, comienza a aumentar el estado de ansiedad, te invade un sentimiento de miedo mientras vives en una lucha entre unas ganas de saciar tus deseos de comida y sentir el placer de degustar ciertos alimentos, y las posibles consecuencias de hacer eso.
Tu mente vive en ese terror de no poder ser capaz de controlar los impulsos y ese deseo de sentir placer por comer esos alimentos que llevas tanto tiempo deseando.
¿Qué vas a hacer? Eliges vivir en continua lucha durante días, semanas y meses permaneciendo lo más estricta posible y cayendo incluso en un trastorno de obsesión, o te das el permiso para comer esos alimentos que tanto te gustan pero que dentro de ti tienes el pensamiento de no saber ni poder decir basta, y terminar con muchísimos kilos demás.
Seguro que conoces a alguien que está en ese estado.
En esta segunda parte del artículo vamos a tratar las 3 áreas que forman parte de esa post competición:
- Nutrición
- Entrenamiento
- Equilibrio hormonal
Son 3 áreas diferentes pero totalmente interrelacionadas que van a influir una sobre las otras. Por lo que las vamos a tratar integrándose en el proceso desde que hemos acabado la temporada.
Llega el mes de diciembre, y Pepita López (competidora totalmente ficticia) acaba de terminar las competiciones tras muchos meses de preparación y de haber hecho 5 campeonatos, Pepita pasó todo el verano en preparación pasando mucho estrés debido al calor, no poder disfrutar del verano como hacen sus amigos, sufriendo las críticas de las personas cercanas porque se alimenta de manera diferente, no come helados, por la noche se acuesta pronto…
Pepita ha estado sometida a muchos meses de dieta hipocalórica, y desde el inicio de verano ha estado haciendo pruebas de competición en las que hacía cargas de hidratos de carbono, descargas, puestas a punto…
Ahora Pepita ha terminado la última competición y en algunas ha obtenido buenos resultados y en otras ha tenido mejores resultados.
Pepita ahora está asustada, tiene miedo, tiene miedo al efecto rebote, ya años anteriores al acabar de competir no pudo controlar la ansiedad y el hambre, y ganó 10 kilos, sufrió episodios de depresión, baja autoestima, no era capaz de controlar con la comida, a veces comía hasta no poder más, lloraba… el aspecto físico cambió en muy poco tiempo, tuvo desajustes hormonales y estuvo mucho tiempo sin periodo…
Hoy que acaban de terminar las competiciones no quiere volver a pasar por lo mismo y no sabe qué hacer, no sabe a quién acudir, no quiere saltarse la dieta para que no le ocurra pero su mente le genera la necesidad de dulce, de comer…
Las hormonas están desajustadas y lleva unos meses sin periodo menstrual.
Vamos a contar cómo enfocaremos el caso de Pepita y que le aconsejariamos ante esta situación tan habitual en las chicas que acaban de terminar la temporada de competiciones.
El primer consejo que le daríamos a Pepita es mantener los suplementos estimulantes tras haber terminado la competición como pueden ser los termogénicos y suplementos que intervengan sobre la glándula que controla el metabolismo, eso nos permitirá actuar a nivel calórico manteniendo un organismo con estimulación alta.
A nivel de nutrición lo aconsejable sería establecer una dieta en la que las calorías sean las mismas que antes de empezar los procesos de cargas y descargas, y de pruebas orientadas a la competiciones, esta dieta es muy probable que siga en déficit calórico con respecto a su gasto diario pero buscamos estabilizar el organismo devolviéndole a un estado de equilibrio. Esto lo haríamos las dos semanas posteriores de competir.
Las dos siguientes semanas, la semana 3 y 4 vamos subiendo las calorías hasta establecer un balance de equilibrio calórico entre el consumo y el gasto, esa dieta normocalórica no tiene por qué ser igual que antes de iniciar el proceso de definición porque ahora Pepita puede tener un gasto calórico diferente, por lo que se trata de ajustarse al momento de ahora, lo que como es lo que gasto. En estas dos semanas comenzamos a disminuir hasta eliminar los estimulantes.
A nivel de los órganos internos en estas dos semanas buscamos reducir el estrés del hígado y de otros órganos, desinflamándolos y depurándolos.
A nivel del sistema digestivo es el momento de introducir enzimas digestivas si no las estábamos tomando, y también de actuar sobre la flora intestinal mejorando la microbiota que nos permita tener buenas digestiones, absorber nutrientes, liberar correctamente los neurotransmisores, mejorar los niveles de serotonina, dopamina…
Después de esas 4 semanas a nivel de entrenamiento es el momento de reducir el número de días de entrenamiento en la semana para actuar sobre hormonas como el cortisol para así mejorar los niveles de estrés generados por la competición y los factores que la rodean. Si no actuamos sobre esta hormona nos puede inducir a la pérdida de masa, aumento de la glucosa, problemas digestivos…
Estamos justo en las semanas donde es necesario generar un equilibrio hormonal para así posteriormente poder ir subiendo las calorías en un intento de tener un superávit calórico de 300-500 calorías, incluyendo las posibles salidas de los planes marcados.
Pepita en esta fase ha recuperado la menstruación y eso nos da información sobre cierto equilibrio hormonal que ya ha tenido lugar. Si no fuera así debemos hacernos una analítica para poder ver el estado de las hormonas y valorar cuáles de ellas están desajustadas y nos impiden la bajada del periodo.
Si seguimos sin periodo, y sentimos cierta apatía, desmotivación, desgana… puede ser que nuestro organismo tenga un desajuste en hormonas como la prolactina, que inhibe la estimulación de hormonas como la fsh y lh que son formadoras de las hormonas sexuales, por lo tanto no podría madurar correctamente el óvulo y como consecuencia no habría sangrado.
El otro factor que puedes estar influyendo son los elevados niveles de cortisol que actúan sobre la resistencia a la insulina, al igual que sobre neurotransmisores que hay en el sistema digestivo como a la dopamina, que parte de esta también se libera en el sistema digestivo. Los efectos tanto a nivel de la resistencia a la insulina como a nivel de neurotransmisores afectan a inflamaciones, problemas de permeabilidad intestinal, consecuencias a nivel psicológico… un sinfín de interrelaciones de las que hablaremos en otro artículo.
Después de esas 4-6 semanas de haber terminado la competición y seguir los pasos marcados, como camino hacia una evolución consciente en relación al aspecto físico y sus consecuencias emocionales, recomiendo mantener ese superávit calórico de 300-500 calorías durante la fase de mejora de puntos débiles. Pero es muy importante no estar de manera continuada establecidos en ese superávit sino ir introduciendo ciertas semanas puntuales de déficit calórico para que el metabolismo se vea sorprendido y permita una mejor asimilación de las calorías sin necesidad de tener que recurrir a grandes cantidades de comida para seguir evolucionando porque eso conllevaría la pérdida del estado de forma físico, acumulo excesivo de grasa, celulitis, descenso de la autoestima…
El cuerpo se vuelve más eficiente si vamos introduciendo esas semanas puntuales de equilibrio calórico o incluso llegando al déficit, y también dentro de esas semanas que son de superávit días puntuales en los que se bajaran las calorías.
Como dijimos al principio la categoría bikini es relativamente nueva, y existe un gran vacío de información y pocos estudios científicos o de información real con respecto a cuáles son los métodos más eficientes para la evolución, por lo que existe una tendencia a que los entrenadores que reciben como clientes a chicas para bikini les apliquen los métodos en los que se ha basado el culturismo hasta la fecha pero en menor cantidad. Pero como hemos dicho tienen un sistema hormonal diferente, unas características físicas diferentes y practican una disciplina y categoría que nada tiene que ver con el culturismo.
En esta época es fundamental el desaprender para aprender, esa capacidad de tener la mente abierta a diferentes enfoques y formas de entrenamiento ya que estamos hablando de un campo en el que hay mucho por descubrir y en el que entran en juego los factores psicológicos, hormonales, nutricionales, entrenamiento y como los medicamentos pueden interactuar en todo ello, por cualquier tipo de patología.