Los productos frescos del verano hacen que sea más fácil (aparte del atractivo del helado) mantener una dieta saludable, además, durante los meses más cálidos, nuestros cuerpos naturalmente quieren alimentos más livianos. Pero, cuando el clima se pone frío desde el otoño, el instinto natural de nuestro cuerpo es almacenar grasa. Y cosas deliciosas, como la sidra de manzana, los lattes de especias de calabaza, los pasteles y las donas de canela, están en todas partes; con un poco de sentido común y un guía rápida, puedes disfrutar de las golosinas favoritas de otoño sin que tus objetivos de bienestar entren en hibernación.
Consejos para disfrutar del otoño
Lo primero es planificar con anticipación; esto es válido en cualquier temporada, pero especialmente durante las temporadas más frías como en otoño. Las comidas nutritivas en el congelador y una olla de barro o Instant Pot deberían ser tus mejores amigos de otoño e invierno, además hay ciertos días donde es imposible salir a la calle, por tanto puedes quedarte en casa, divertirte y comenzar a abrir tu mente entorno al gran recetario de nuestra gastronomía.
- Continúa comiendo alimentos de tu región: muchas opciones saludables todavía están disponibles después de que finaliza la temporada de las sandías, por tanto puede disfrutar de manzanas y busca hacer recetas que usen vegetales de raíz como batatas, chirivías, zanahorias y calabazas.
- Aprovecha la temporada de cítricos: las frutas cítricas, además de los plátanos, las piñas y los aguacates contienen vitamina C, imprescindible durante la temporada de frío.
- Disfruta de los sabores de la temporada: ¿la especia de la calabaza?, pero incorpora especias de otoño como la canela, el jengibre, el cardamomo y la cúrcuma, las cuales harán que tus recetas sean más saludables. Los estudios demuestran que ciertas especias pueden aumentar el metabolismo y ayudarte a sentirse más satisfecho después de una comida.
- Apégate a los granos enteros, ya que el pan, las cazuelas de arroz y los abundantes platos de pasta se convierten en las estrellas de la mesa; pues bien, mantente alejado de la harina blanca refinada y el arroz blanco en ciertas ocasiones. El arroz integral, la harina de trigo integral, el arroz silvestre, el trigo bulgur y la cebada son algunas alternativas sabrosas y llenas para esos días que tienes que dejar el arroz mientras entrenas duro.
- Enfócate en las proteínas magras: las carnes más grasa como la carne de res y las salchichas son populares durante los meses más fríos solo deberías comerlas de vez en cuando… por tanto puedes añadir pescados, pechugas de pollo y hasta otras carnes rojas que son más magras y hoy están disponibles en el mercado-
- Añade sopas a tu dieta: en todo sentido los caldos de pollo o verduras o combinados con ciertas carnes rojas pueden servir para hacer sopas saludables y calientes. Explora por nuevas recetas o experimenta con lo que hay en tu despensa y estimula tu cuerpo y tu mente con sabores, esencias y aromas.
- No dejes de lado tus verduras: tal vez las lechugas de verano hayan abandonado el mercado de agricultores por ahora, pero ¿sabías que ciertas verduras crecen durante el invierno?; la col rizada es una, pero las acelgas, hojas de mostaza y remolacha, entre muchas otras pueden servirte al momento de compartir la temporada fría, ya sea con tu familia o amigos.
- Incorpora frutos secos y mantequillas: las nueces, almendras y avellanas contienen grasas saludables y son las favoritas de la estación fría, pero solo debes consumirlas con moderación y una o dos porciones por las tardes o entre comidas en el caso del acompañamiento de la mantequilla.
- Prepara pasteles y postres: las golosinas de otoño están destinadas a ser disfrutadas, así que tómalas con moderación o llénalas de proteínas e incluso otros nutrientes; los pasteles de calabaza, los postres de avena o whey protein y otros snacks como los de frutos secos, deberían formar parte de la dieta de cualquier deportista en otoño.
Aún no hablaremos de la suplementación en otoño, sin embargo hay algunos productos e infusiones que no pueden quedar afuera; las vitaminas, minerales y el propóleo deberían estar en tu despensa; entre las vitaminas la C, las del complejo B, la vitamina E y la D, protegerán tu organismo, te harán tener una buena circulación de la sangre y te cargarán de energía en los tiempos donde la energía del sol se hace menos evidente. Entre los minerales, el zinc, magnesio y hierro son requeridos, tanto para proteger las células, dar energía y mantener los sistemas funcionando en sinergia.